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Mujeres que corren con los lobos

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Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> <strong>que</strong> <strong>corren</strong> <strong>con</strong> <strong>los</strong> <strong>lobos</strong><br />

El amanecer ya estaba muy cerca y el joven se había <strong>con</strong>vertido en un niñito<br />

precioso de cabello de oro trenzado como el trigo.<br />

Al rayar el alba, la anciana arrancó rápidamente tres cabel<strong>los</strong> de la preciosa<br />

cabeza del niñito y <strong>los</strong> arrojó a <strong>los</strong> azulejos del suelo. Los cabel<strong>los</strong> hicieron: "¡Tiiiiiiiing!¡Tiiiiiiiing!<br />

¡Tiiiiiiiing!"<br />

Y el niñito <strong>que</strong> la anciana sostenía en sus brazos bajó a gatas de su regazo<br />

y corrió a la puerta. Se volvió un instante para mirar a la anciana, le dirigió una<br />

deslumbradora sonrisa y después dio media vuelta y ascendió al cielo para <strong>con</strong>vertirse<br />

en el radiante sol matinal (18).<br />

∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼∼<br />

De noche las cosas son distintas, por lo <strong>que</strong>, para comprender este cuento,<br />

tenemos <strong>que</strong> bajar a una <strong>con</strong>ciencia nocturna, a un estado en el <strong>que</strong> somos más<br />

<strong>con</strong>cientes de todos <strong>los</strong> crujidos y chirridos. De noche es cuando estamos más<br />

cerca de nosotras mismas, de las ideas y sentimientos esenciales <strong>que</strong> no se perciben<br />

<strong>con</strong> tanta claridad durante las horas diurnas.<br />

En el mito la noche es el mundo de la Madre Nyx, la mujer <strong>que</strong> hizo el<br />

mundo. Es la Vieja Madre de <strong>los</strong> Días, una de las viejas brujas de la Vida y la<br />

Muerte. A efectos de la interpretación, cuando es de noche en un cuento de<br />

hadas sabemos <strong>que</strong> estamos en el in<strong>con</strong>ciente. San Juan de la Cruz lo llama "la<br />

noche oscura del alma". En este cuento, la noche tipifica el período en el <strong>que</strong> la<br />

energía, bajo la forma de un viejo muy viejo, es cada vez más débil. Es un período<br />

en el <strong>que</strong> nos en<strong>con</strong>tramos en cierto modo en las últimas.<br />

Perder la <strong>con</strong>centración equivale a perder energía. Y lo peor <strong>que</strong> se puede<br />

hacer cuando hemos perdido la <strong>con</strong>centración es correr de un lado a otro para<br />

intentar reunirlo todo otra vez. No hay <strong>que</strong> correr. Tal como vemos en el cuento,<br />

lo <strong>que</strong> hay <strong>que</strong> hacer es sentarse y acunar. La paciencia, la paz y el movimiento<br />

de balanceo renuevan las ideas. El simple hecho de sostener la idea y de tener la<br />

paciencia de acunarla es lo <strong>que</strong> algunas mujeres llaman un lujo. La Mujer Salvaje<br />

dice <strong>que</strong> es una necesidad.<br />

Es algo <strong>que</strong> <strong>los</strong> <strong>lobos</strong> saben muy bien. A veces, cuando aparece un intruso<br />

<strong>los</strong> <strong>lobos</strong> gruñen, ladran e incluso lo muerden, pero otras veces se retiran hacia el<br />

lugar donde se encuentra su grupo y se sientan tal como haría una familia. Se<br />

limitan a permanecer sentados y a respirar juntos. Las cajas torácicas se hunden<br />

hacia dentro y se proyectan hacia fuera, suben y bajan. Se <strong>con</strong>centran en sí<br />

mismos, preparan de nuevo su terreno, regresan al centro de sí mismos y deciden<br />

qué es lo más importante y qué hacer al respecto. Llegan a la <strong>con</strong>clusión de <strong>que</strong><br />

"de momento no van a hacer nada, se limitarán a permanecer sentados y a respirar,<br />

se limitarán a balancearse juntos".<br />

Muchas veces, cuando las ideas no se despliegan o no funcionan <strong>con</strong> suavidad<br />

o nosotras no las hacemos funcionar bien, perdemos la <strong>con</strong>centración. Eso<br />

es una parte de un ciclo natural y ocurre por<strong>que</strong> la idea se ha enranciado o —<br />

nosotras hemos perdido la capacidad de verla de una forma renovada. Nos hemos<br />

hecho viejas y frágiles como el anciano de "Los tres cabel<strong>los</strong> de oro". Aun<strong>que</strong> se<br />

han apuntado muchas teorías a propósito de <strong>los</strong> "blo<strong>que</strong>os" creativos, lo cierto es<br />

<strong>que</strong> <strong>los</strong> blo<strong>que</strong>os más ligeros van y vienen como las pautas meteorológicas y las<br />

estaciones... exceptuando <strong>los</strong> blo<strong>que</strong>os psicológicos de <strong>que</strong> hemos hablado anteriormente<br />

como, por ejemplo, el hecho de no llegar a la propia verdad, el temor a<br />

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