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Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> <strong>que</strong> <strong>corren</strong> <strong>con</strong> <strong>los</strong> <strong>lobos</strong><br />
En el budismo el levantamiento de <strong>los</strong> ve<strong>los</strong> es necesario para la iluminación<br />
La mujer de este cuento emprende un viaje para traer la luz a la oscuridad<br />
de la cólera. Para hacerlo, tiene <strong>que</strong> comprender las numerosas capas de realidad<br />
de la montaña. Nosotras también tenernos muchas ilusiones acerca de la vida.<br />
"Es guapa y, por <strong>con</strong>siguiente, es deseable" puede ser una ilusión. "Soy buena y,<br />
por <strong>con</strong>siguiente, seré aceptable" puede ser también una ilusión. Cuando buscamos,<br />
nuestra verdad también tratamos de disipar nuestras ilusiones. Cuando<br />
<strong>con</strong>seguimos ver a través de estas ilusiones <strong>que</strong> en el budismo se denominarían<br />
"barreras a la iluminación", podemos descubrir la faceta oculta de la cólera.<br />
He aquí algunas de las ilusiones más comunes a propósito de la cólera. "Si<br />
pierdo la cólera, cambiaré y me debilitaré." (La primera premisa es correcta, pero<br />
la <strong>con</strong>clusión es inexacta.) "Aprendí la cólera de mi padre (madre, abuela, etc.) y<br />
estoy <strong>con</strong>denada a ser así toda la vida." (La primera afirmación es cierta; la <strong>con</strong>clusión<br />
es inexacta.) Podemos hacer frente a estas ilusiones buscando, preguntando,<br />
estudiando, mirando bajo <strong>los</strong> árboles y subiendo a la montaña. Perdemos<br />
nuestras ilusiones cuando asumimos el riesgo de <strong>con</strong>ocer el aspecto verdaderamente<br />
salvaje de nuestra naturaleza, <strong>que</strong> es el mentor de la vida, la cólera, la paciencia,<br />
el recelo, la cautela, el sigilo, la lejanía y el ingenio, todo lo <strong>que</strong> representa<br />
el oso de la luna creciente.<br />
Durante su ascenso a la montaña, unos pájaros se acercan volando a ella.<br />
Son <strong>los</strong> muen—botoke, <strong>los</strong> espíritus de <strong>los</strong> muertos <strong>que</strong> carecen de familia <strong>que</strong> <strong>los</strong><br />
alimente, <strong>los</strong> <strong>con</strong>suele y <strong>los</strong> ayude a en<strong>con</strong>trar el descanso. En cuanto reza por<br />
el<strong>los</strong>, la mujer se <strong>con</strong>vierte en su familia, <strong>los</strong> cuida y <strong>con</strong>suela. Se trata de una<br />
manera útil de comprender a <strong>los</strong> muertos de la psi<strong>que</strong> <strong>que</strong> no tienen familia. Son<br />
<strong>los</strong> pensamientos, palabras e ideas creativos de la vida de una mujer <strong>que</strong> han sufrido<br />
una muerte prematura, lo cual es una de las causas más profundas de su<br />
cólera. Se podría decir en cierto modo <strong>que</strong> la cólera es el resultado de unos espectros<br />
<strong>que</strong> no han en<strong>con</strong>trado el debido descanso. Al final de este capítulo, bajo el<br />
apartado Descansos, se brindan algunas sugerencias acerca de la mejor manera<br />
de afrontar <strong>los</strong> muen—botoke de la psi<strong>que</strong> de una mujer.<br />
Como en el cuento, es una tarea muy meritoria <strong>con</strong>graciarse <strong>con</strong> el oso sabio,<br />
la psi<strong>que</strong> instintiva, y seguir ofreciéndole alimento espiritual, tanto si éste<br />
<strong>con</strong>siste en ir a la iglesia como si <strong>con</strong>siste en rezar, en dedicarse a la psicología<br />
ar<strong>que</strong>típica, la vida onírica, el arte, el montañismo, la navegación en canoa, <strong>los</strong><br />
viajes o cualquier otra cosa. Para acercarse al misterio del oso, hay <strong>que</strong> darle de<br />
comer. La curación de la cólera es un viaje muy arduo, pues <strong>con</strong>siste en despojarse<br />
de las ilusiones, aceptar las enseñanzas de la furia, pedir la ayuda de la<br />
psi<strong>que</strong> instintiva y ayudar a <strong>los</strong> muertos a en<strong>con</strong>trar el descanso.<br />
El oso espiritual<br />
¿Por qué razón el símbolo del oso, en <strong>con</strong>traposición al del zorro, el tejón o<br />
el <strong>que</strong>tzal, nos enseña a enfrentarnos <strong>con</strong> el yo enfurecido? Para <strong>los</strong> antiguos el<br />
oso era el símbolo de la resurrección. Esta criatura se pasa mucho tiempo durmiendo<br />
y <strong>los</strong> latidos de su corazón se reducen casi a cero. El macho suele fecundar<br />
a la hembra cuando está a punto de iniciarse la hibernación, pero, de una<br />
manera prodigiosa, el óvulo y el esperma no se unen de inmediato. Flotan por separado<br />
en el líquido uterino y la unión no se produce hasta mucho más tarde.<br />
Hacia el final de la hibernación, el óvulo y el esperma se unen y se inicia la división<br />
celular de tal manera <strong>que</strong> <strong>los</strong> oseznos nacen en primavera cuando la madre<br />
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