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Mujeres que corren con los lobos

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Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> <strong>que</strong> <strong>corren</strong> <strong>con</strong> <strong>los</strong> <strong>lobos</strong><br />

claramente diferenciados del sexo, la creación, el descanso, el juego y el trabajo,<br />

aprendemos de nuevo a definir y distinguir nuestros sentidos y nuestras estaciones<br />

salvajes.<br />

Sabemos <strong>que</strong> no podemos vivir una vida <strong>con</strong>fiscada. Sabemos <strong>que</strong> hay un<br />

momento en <strong>que</strong> las cosas de <strong>los</strong> hombres y de la gente y las cosas del mundo se<br />

tienen <strong>que</strong> abandonar durante algún tiempo. Hemos aprendido <strong>que</strong> somos como<br />

<strong>los</strong> anfibios: podemos vivir en tierra, pero no siempre y no sin efectuar viajes al<br />

agua y a nuestro hogar. Las culturas excesivamente civilizadas y excesivamente<br />

opresivas tratan de impedir <strong>que</strong> la mujer regrese a casa. Con demasiada frecuencia<br />

se la disuade de <strong>que</strong> se acer<strong>que</strong> al agua hasta <strong>que</strong> se <strong>que</strong>da en <strong>los</strong> puros huesos<br />

y más pálida <strong>que</strong> la cera.<br />

Pero, cuando se produce la llamada para <strong>que</strong> se tome un largo permiso Para<br />

regresar a casa, una parte de ella siempre la escucha, pues la estaba esperando.<br />

Cuando se produce la llamada para la vuelta a casa, ella la sigue, pues se ha<br />

estado preparando en secreto y no tan en secreto para seguirla. Ella y todos sus<br />

aliados de la psi<strong>que</strong> interior recuperarán la capacidad de regresar. Este proceso<br />

de capacitación no se aplica simplemente a una mujer de aquí y una mujer de<br />

allá sin, a todas nosotras. Todas estamos atadas a <strong>los</strong> compromisos de la tierra.<br />

Pero el viejo del mar nos llama a todas. Y todas tenemos <strong>que</strong> regresar.<br />

Ninguno de estos medios de regresar a casa depende de la situación e<strong>con</strong>ómica,<br />

la posición social, la educación o la movilidad física. Aun<strong>que</strong> sólo veamos<br />

una hoja de hierba, aun<strong>que</strong> sólo podamos <strong>con</strong>templar veinticinco centímetros<br />

cuadrados de cielo, aun<strong>que</strong> sólo asome una escuálida brizna de mala hierba a<br />

través de una grieta de la acera, podemos ver nuestros cic<strong>los</strong> de la naturaleza y<br />

<strong>con</strong> la naturaleza. Todas podemos alejarnos a nado en el mar. Todas podemos<br />

entrar en <strong>con</strong>tacto <strong>con</strong> la foca de la roca. Todas las mujeres tienen <strong>que</strong> vivir esta<br />

unión: las madres <strong>con</strong> <strong>los</strong> hijos, las mujeres <strong>con</strong> sus enamorados, las solteras,<br />

las mujeres <strong>que</strong> trabajan, las <strong>que</strong> están deprimidas, las <strong>que</strong> ocupan lugares destacados<br />

en el mundo, las introvertidas, las extrovertidas, las <strong>que</strong> tienen responsabilidades<br />

de tamaño industrial.<br />

Jung dijo: "Sería mucho más fácil re<strong>con</strong>ocer nuestra pobreza espiritual...<br />

Cuando el espíritu pesa, se dirige hacia el agua... Por <strong>con</strong>siguiente, el camino del<br />

alma... <strong>con</strong>duce al agua." (22). El regreso a casa y <strong>los</strong> interva<strong>los</strong> de <strong>con</strong>versación<br />

<strong>con</strong> la foca de la roca del mar son nuestros actos de innata ecología integral, pues<br />

todos son un regreso al agua, una reunión <strong>con</strong> el amigo salvaje, el <strong>que</strong> nos ama<br />

por encima de todos <strong>los</strong> demás incansablemente, sin la menor reserva y <strong>con</strong> inmensa<br />

paciencia. Basta <strong>con</strong> <strong>que</strong> <strong>con</strong>templemos y aprendamos de esos ojos rebosantes<br />

de alma <strong>que</strong> son "salvajes, sabios y afectuosos".<br />

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