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Mujeres que corren con los lobos

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Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> <strong>que</strong> <strong>corren</strong> <strong>con</strong> <strong>los</strong> <strong>lobos</strong><br />

Por medio de esta metáfora del sueño inocente, el pescador <strong>con</strong>fía lo bastante<br />

en la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida como para descansar y revitalizarse<br />

en su presencia. Entra en una transición <strong>que</strong> lo llevará a una comprensión<br />

mucho más profunda y a una fase más elevada de madurez. Cuando <strong>los</strong> amantes<br />

entran en este estado, se entregan a las fuerzas <strong>que</strong> llevan dentro, las de la <strong>con</strong>fianza,<br />

la fe y el profundo poder de la inocencia. En este sueño espiritual, el<br />

amante <strong>con</strong>fía en <strong>que</strong> la obra de su alma se realizará en él y en <strong>que</strong> todo será como<br />

tiene <strong>que</strong> ser. El amante duerme entonces el sueño de <strong>los</strong> sabios, no el de <strong>los</strong><br />

rece<strong>los</strong>os.<br />

Hay un recelo real cuando el peligro está cerca y un recelo injustificado <strong>que</strong><br />

se produce como <strong>con</strong>secuencia de heridas anteriores. Esto último hace <strong>que</strong> muchos<br />

hombres y mujeres se comporten <strong>con</strong> des<strong>con</strong>fianza y desinterés incluso en<br />

<strong>los</strong> momentos en <strong>que</strong> desearían mostrarse cordiales y afectuosos. Las personas<br />

<strong>que</strong> temen caer en una trampa o <strong>que</strong> "les tomen el pelo" —o <strong>que</strong> una y otra vez<br />

proclaman a voz en grito su deseo de "ser libres"— son las <strong>que</strong> dejan <strong>que</strong> el oro se<br />

les escape directamente entre <strong>los</strong> dedos.<br />

Muchas veces he oído decir a un hombre <strong>que</strong> tiene a una "mujer estupenda"<br />

<strong>que</strong> está enamorada de él y él lo está de ella, pero <strong>que</strong> no logra "soltarse" lo<br />

bastante como para ver qué es lo <strong>que</strong> siente realmente por ella. El momento decisivo<br />

para semejante persona se produce cuando se atreve a amar "a pesar de", a<br />

pesar de sus dudas, a pesar de su inquietud, a pesar de las heridas <strong>que</strong> ya ha<br />

sufrido anteriormente, a pesar de su temor a lo des<strong>con</strong>ocido.<br />

A veces no existen palabras capaces de ayudarle a uno a ser valiente. A veces<br />

hay <strong>que</strong> lanzarse sin más. Tiene <strong>que</strong> haber en la vida de un hombre algún<br />

momento en <strong>que</strong> éste se deje llevar por el amor, en <strong>que</strong> le dé más miedo <strong>que</strong>dar<br />

atrapado en el reseco y agrietado lecho fluvial de la psi<strong>que</strong> <strong>que</strong> adentrarse en un<br />

exuberante pero inexplorado territorio.<br />

En esta fase de la inocencia el pescador vuelve a ser un alma joven, pues<br />

en su sueño no hay cicatrices ni recuerdo de lo <strong>que</strong> era ayer o antes. En el sueño<br />

no trata de ocupar un lugar o una posición. En el sueño se renueva.<br />

En la psi<strong>que</strong> masculina hay una criatura, un hombre ileso <strong>que</strong> cree en el<br />

bien, <strong>que</strong> no tiene dudas acerca de la vida, <strong>que</strong> no sólo es sabio sino <strong>que</strong>, además,<br />

no teme morir. Algunos lo calificarían de yo guerrero. Pero es algo más <strong>que</strong><br />

eso. Es un yo espiritual, un joven espíritu <strong>que</strong>, a pesar de <strong>los</strong> tormentos, las heridas<br />

y <strong>los</strong> exilios, sigue amando por<strong>que</strong> se trata de algo <strong>que</strong> es en sí mismo curativo<br />

y reparador.<br />

Muchas mujeres pueden atestiguar haber visto a esta criatura acechando<br />

en un hombre sin <strong>que</strong> él se dé cuenta. La capacidad de este joven espíritu de utilizar<br />

su poder curativo en su propia psi<strong>que</strong> es auténticamente asombrosa. Su<br />

<strong>con</strong>fianza no se basa en la premisa de <strong>que</strong> su amante no le haga daño. Su <strong>con</strong>fianza<br />

es la de <strong>que</strong> cualquier herida <strong>que</strong> sufra se podrá sanar, la de <strong>que</strong> a la vida<br />

antigua le sucede la nueva. La <strong>con</strong>fianza de <strong>que</strong> todas estas cosas tienen un significado<br />

más profundo, la de <strong>que</strong> <strong>los</strong> a<strong>con</strong>tecimientos aparentemente desagradables<br />

también tienen su significado y de <strong>que</strong> todas las cosas de nuestra propia vida<br />

—las melladas, las abolladas, las melodiosas y las elevadas— se pueden utilizar<br />

como energía vital.<br />

Hay <strong>que</strong> decir también <strong>que</strong> a veces, cuando un hombre se vuelve más libre<br />

y se acerca más a la Mujer Es<strong>que</strong>leto, su amante se vuelve más rece<strong>los</strong>a y tiene<br />

<strong>que</strong> hacer un esfuerzo para desenredar y observar el sueño <strong>que</strong> devuelve la inocencia<br />

y para aprender a <strong>con</strong>fiar en la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida. Cuan-<br />

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