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GH24 CUBIERTA 2, page 1 @ Normalize - Real Academia de la ...

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La aplicación <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fotografía a <strong>la</strong> Arqueología en España (1860-1960)<br />

se diversificó el trabajo histórico en diferentes áreas, historia social, económica, etc. (Jover, 1999b,<br />

278). Esta nueva generación sería más receptiva ante <strong>la</strong>s noveda<strong>de</strong>s llegadas <strong>de</strong>l exterior. Factores ajenos<br />

como <strong>la</strong> creciente actividad constructora <strong>de</strong> <strong>la</strong> costa pusieron al <strong>de</strong>scubierto nuevos yacimientos a<br />

estudiar. Ciertas obras, ro<strong>de</strong>adas <strong>de</strong> un evi<strong>de</strong>nte prestigio académico como <strong>la</strong>s <strong>de</strong> Lamboglia, transmitían<br />

un lenguaje gráfico, unos códigos en el dibujo y <strong>la</strong> fotografía que, poco a poco, ten<strong>de</strong>rían a fijar<br />

nuevas pautas en <strong>la</strong> investigación españo<strong>la</strong>. Es el caso <strong>de</strong>, por ejemplo, Per una c<strong>la</strong>ssificazione preliminare<br />

<strong>de</strong>l<strong>la</strong> ceramica campana (Lamboglia, 1952) o también <strong>de</strong> <strong>la</strong> influyente Gli scavi di Albintimilium e<br />

<strong>la</strong> cronologia <strong>de</strong>l<strong>la</strong> cerámica romana (Lamboglia, 1950a), una obra profusamente ilustrada. Los dibujos<br />

<strong>de</strong> material eran eminentemente técnicos y aparecían frecuentemente los <strong>de</strong> estratigrafías. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

los perfiles y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>de</strong>coraciones, los materiales se <strong>de</strong>scribieron por su estrato <strong>de</strong> aparición. Al<br />

final <strong>de</strong>l libro <strong>la</strong>s láminas recogían tomas <strong>de</strong> <strong>la</strong> excavación, vistas <strong>de</strong> los perfiles, <strong>de</strong> unos niveles que se<br />

caracterizaban como anterior o posterior a algo. La fotografía se <strong>de</strong>dicaba a <strong>la</strong> excavación, a su proceso<br />

y a <strong>la</strong>s estructuras <strong>de</strong>scubiertas y no a proporcionar una exacta visión <strong>de</strong> los materiales. Al mismo tiempo<br />

insistía en términos como “excavación estratigráfica” y “presentación estratigráfica” <strong>de</strong> los materiales<br />

(Tav. VI. Fig. 132).<br />

Al final <strong>de</strong> este período <strong>la</strong>s publicaciones <strong>de</strong> Arqueología conllevaban ya una parte gráfica que incluía<br />

los diferentes objetos <strong>de</strong> un mismo estrato, más que cualquier pieza espectacu<strong>la</strong>r. Se apuntaba, así,<br />

cómo <strong>la</strong> <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l estrato <strong>de</strong>bía tener en cuenta todos los restos, más o menos l<strong>la</strong>mativos, que en<br />

él se habían encontrado. El papel <strong>de</strong> <strong>la</strong> fotografía <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l discurso arqueológico fue creciendo incesantemente.<br />

Poco a poco, <strong>de</strong> “ayuda” para mostrar un argumento, <strong>la</strong> parte gráfica se entre<strong>la</strong>zaría en el<br />

discurso <strong>de</strong> forma irreemp<strong>la</strong>zable.<br />

LOS USOS DE LA FOTOGRAFÍA EN LA ARQUEOLOGÍA ESPAÑOLA (1860-1960)<br />

La fotografía fue un instrumento nuevo puesto en manos <strong>de</strong>l investigador. De una primera aparición<br />

puntual en sus investigaciones y publicaciones, evolucionó, sobre todo a partir <strong>de</strong> <strong>la</strong> primera década<br />

<strong>de</strong>l siglo XX, hasta constituir una parte indispensable en su discurso. En este tiempo, <strong>la</strong> utilización<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> fotografía fue muy variada. En <strong>la</strong>s páginas que siguen intentaremos analizar <strong>la</strong>s posibles formas<br />

en que <strong>la</strong> fotografía ha influido en <strong>la</strong> interpretación arqueológica. Partimos <strong>de</strong> <strong>la</strong> valoración <strong>de</strong><br />

que, como apuntó Gaskell, esta técnica ha transformado sutil, radical y directamente <strong>la</strong> Historia y su<br />

práctica. Casi todos hemos pasado a utilizar<strong>la</strong> a diario como ilustraciones, recursos mnemotécnicos o<br />

sustitutos <strong>de</strong> los objetos (Gaskell, 1993, 212). La fotografía no ha sido inocente en el proceso teórico<br />

<strong>de</strong> interpretación <strong>de</strong> los hal<strong>la</strong>zgos. Ha <strong>de</strong>mostrado, ilustrado y analizado. También sustituyó, en numerosas<br />

ocasiones, el objeto <strong>de</strong> estudio. Concretamente, nos centraremos en algunas <strong>de</strong> sus utilizaciones<br />

y en cómo su imagen influyó en el proceso interpretativo por el que los datos, los hal<strong>la</strong>zgos, se insertan<br />

o se convierten en un discurso histórico.<br />

Durante gran parte <strong>de</strong> los ss.XIX y XX <strong>la</strong> fotografía conservó en España un cierto aura <strong>de</strong> técnica<br />

nueva, <strong>de</strong> elemento vincu<strong>la</strong>do al progreso que le confería, <strong>de</strong> por sí, un cierto prestigio. Su carácter<br />

mecánico le dotaba <strong>de</strong> una indudable credibilidad. Vincu<strong>la</strong>da al progreso, <strong>la</strong> ciencia <strong>la</strong> tomó por un auxiliar<br />

<strong>de</strong>scriptivo <strong>de</strong> gran eficacia reforzando así <strong>la</strong> creencia en <strong>la</strong> objetividad positivista (Riego, 1996,<br />

192). Conociendo <strong>la</strong> “certeza” que introducía en toda argumentación, se recurrió a el<strong>la</strong> para ilustrar los<br />

puntos difíciles <strong>de</strong>l discurso. Ante su evi<strong>de</strong>ncia los argumentos hal<strong>la</strong>ban una mejor ratificación: <strong>la</strong> fotografía<br />

hab<strong>la</strong>ba por sí misma, se auto<strong>de</strong>mostraba. Era, por tanto, fundamental conocer<strong>la</strong> y dominar<strong>la</strong>.<br />

La progresiva facilidad <strong>de</strong> su técnica hizo que los arqueólogos pudieran realizar sus propias tomas,<br />

lo que conlleva para nosotros <strong>la</strong> consi<strong>de</strong>rable ventaja <strong>de</strong> que éstas reflejan y respon<strong>de</strong>n a <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l<br />

propio investigador.<br />

Las fotografías <strong>de</strong>l pasado no son, pues, inocentes. Contienen, como ha seña<strong>la</strong>do E. Edwards,<br />

historias, raw histories, esperando a ser re<strong>la</strong>tadas, rescatadas, hilvanadas. Entre 1860 y 1960 los objetos<br />

arqueológicos, los edificios y, en suma, <strong>la</strong> Arqueología adoptaron diversas formas <strong>de</strong> representación<br />

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