GH24 CUBIERTA 2, page 1 @ Normalize - Real Academia de la ...
GH24 CUBIERTA 2, page 1 @ Normalize - Real Academia de la ...
GH24 CUBIERTA 2, page 1 @ Normalize - Real Academia de la ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Dibujos, mol<strong>de</strong>s y fotografías. El reparto <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación gráfica en <strong>la</strong> literatura científica españo<strong>la</strong><br />
<strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> arte. Wölfflin utilizó <strong>la</strong> “linterna mágica” con p<strong>la</strong>cas <strong>de</strong> aproximadamente<br />
10x10 cm. para proyectar imágenes (Hy<strong>de</strong> Minor, 1994, 114). Probablemente, el alemán fue el<br />
primer especialista que utilizó dos proyectores <strong>de</strong> diapositivas juntos (Hamber, 1990, 157).<br />
Este método comparativo se inspiraba, probablemente, en los métodos <strong>de</strong> enseñanza <strong>de</strong> Burckhardt<br />
y se refleja en <strong>la</strong>s ilustraciones <strong>de</strong> los escritos <strong>de</strong> Wölfflin. El objetivo era <strong>de</strong>scubrir pautas, similitu<strong>de</strong>s<br />
y diferencias. A partir <strong>de</strong> estas observaciones se pretendía llegar a generalizaciones, a establecer<br />
estilos propios <strong>de</strong> un grupo social o período. Su método era esencialmente visual, <strong>de</strong>jando cada imagen<br />
en <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong> antes <strong>de</strong> añadir sus propios comentarios. Gracias a <strong>la</strong> fotografía imp<strong>la</strong>ntó en sus c<strong>la</strong>ses el<br />
método comparativo. Este ejemplo nos acerca al uso que, especialmente en Alemania, se dio a <strong>la</strong> fotografía<br />
en <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses y conferencias durante el último tercio <strong>de</strong>l siglo XIX. En Estados Unidos esta aplicación<br />
fue, también, temprana. A. Marquand comenzó a dar c<strong>la</strong>ses con diapositivas en Princeton en<br />
1882, J. Hoppin hacía lo mismo en Yale durante el mismo período (Hiss, Fansler, 1934, 14) y Norton<br />
parece haber<strong>la</strong>s utilizado en Harvard <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1896 (Leighton, 1984, 108).<br />
La incorporación <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> <strong>la</strong>s proyecciones a <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses y conferencias <strong>de</strong> arte se produjo hacia<br />
1890, tras una cierta reeducación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s posibilida<strong>de</strong>s visuales que suponía y cuando <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong>l primer<br />
equipo electrónico <strong>de</strong> proyección hubo solucionado ciertos problemas técnicos. Hermann Grimm,<br />
profesor <strong>de</strong> historia <strong>de</strong>l arte en Berlín, abogó por una <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> <strong>la</strong> importancia <strong>de</strong> <strong>la</strong> documentación<br />
fotográfica para <strong>la</strong> Historia <strong>de</strong>l Arte. Frente a <strong>la</strong>s usuales reducciones y limitaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> edición, <strong>la</strong>s<br />
proyecciones podían agrandar los objetos pequeños hasta dimensiones colosales. En <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> <strong>de</strong> proyecciones<br />
el espectador percibía <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras y <strong>la</strong> imagen simultáneamente, quedando unidos por vínculos<br />
antes <strong>de</strong>sconocidos. Las proyecciones permitían comunicar gran cantidad <strong>de</strong> información en una<br />
breve secuencia <strong>de</strong> diapositivas (Fawcett, 1983, 455). Apenas una década <strong>de</strong>spués, hacia 1900, casi<br />
cada seminario en Alemania disponía <strong>de</strong> una creciente colección <strong>de</strong> diapositivas y uno o más proyectores.<br />
Era posible confeccionar, y transmitir, un discurso e<strong>la</strong>borado, también, mediante <strong>la</strong>s imágenes.<br />
El uso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s proyecciones no parece haber sido, en esta época, tan popu<strong>la</strong>r en Gran Bretaña como<br />
en Alemania, aunque se utilizó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años 50 <strong>de</strong>l siglo XIX en ciertos lugares como el Army Schools.<br />
Ya en 1873 los archivos <strong>de</strong> reproducciones <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> arte fueron objeto <strong>de</strong> discusión en el primer<br />
Congreso Internacional <strong>de</strong> Historia <strong>de</strong>l Arte celebrado en Viena en este año. En él Anton Springer hizo<br />
una propuesta que originaría <strong>la</strong> fundación <strong>de</strong>l Kunsthistorisches Gesellschaft fur Photographische Publikationen.<br />
En España, los testimonios <strong>de</strong> <strong>la</strong> aplicación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s diapositivas a conferencias y c<strong>la</strong>ses son más tardíos.<br />
Algunas pioneras utilizaciones tuvieron como escenario el Ateneo madrileño, un foro avanzado<br />
en advertir los valores <strong>de</strong> <strong>la</strong> fotografía (Sánchez Vigil, 1999b, 67). Su presi<strong>de</strong>nte, Antonio Cánovas <strong>de</strong><br />
Castillo, escribió a Arturo Mélida sobre su próxima conferencia el 4 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong> 1890: “Sé por los secretarios<br />
<strong>de</strong>l Ateneo que piensa usted dar una conferencia sobre <strong>la</strong> restauración <strong>de</strong>l c<strong>la</strong>ustro <strong>de</strong> San Juan<br />
<strong>de</strong> los Reyes, para lo cual hemos acordado que se hagan <strong>la</strong>s fotografías que usted consi<strong>de</strong>re necesario;<br />
pero al mismo tiempo que le agra<strong>de</strong>zco su valioso concurso, <strong>de</strong>searía que sin perjuicio <strong>de</strong> <strong>la</strong> expresada<br />
conferencia y aprovechando el aparato <strong>de</strong> proyección, preparase usted para este curso otras conferencias<br />
sobre Arte, <strong>de</strong>jando <strong>la</strong> elección <strong>de</strong>l tema a su buen criterio” (Sánchez Vigil, 2001, 379, nota <strong>la</strong> pie<br />
315). Gracias a este testimonio conocemos que el Ateneo disponía <strong>de</strong> un proyector ya en 1890 y se asumía,<br />
e incluso se alentaba, <strong>la</strong> incorporación y realización <strong>de</strong> fotografías para <strong>la</strong>s conferencias que <strong>la</strong> institución<br />
organizaba.<br />
Poco tiempo <strong>de</strong>spués sería su hermano, J. R. Mélida, quien rec<strong>la</strong>mase un aparato <strong>de</strong> diapositivas<br />
para <strong>la</strong>s conferencias que el Museo Arqueológico Nacional estaba empezando a realizar. Estas conferencias<br />
tuvieron una temática diversa y, según Mélida, una gran aceptación. Este éxito le hizo pensar que<br />
<strong>la</strong>s conferencias podrían “marcar el carácter docente que correspon<strong>de</strong> a nuestro museo y que tienen<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tiempo los <strong>de</strong>l extranjero. Eran, pues, un a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto en <strong>la</strong> vida científica y, para llegar a ser lo<br />
que <strong>de</strong>ben, rec<strong>la</strong>man auxilios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Ministerio <strong>de</strong> Fomento para po<strong>de</strong>r habilitar en el local <strong>de</strong>l<br />
Museo una cátedra apropiada y un aparato <strong>de</strong> proyecciones que permita mostrar a un publico numeroso<br />
monumentos arquitectónicos y pequeños objetos que no es posible que vean a un tiempo más <strong>de</strong><br />
381