GH24 CUBIERTA 2, page 1 @ Normalize - Real Academia de la ...
GH24 CUBIERTA 2, page 1 @ Normalize - Real Academia de la ...
GH24 CUBIERTA 2, page 1 @ Normalize - Real Academia de la ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Conclusiones<br />
En <strong>la</strong> representación fotográfica <strong>de</strong> los objetos hemos diferenciado varios tipos <strong>de</strong> representación<br />
o disposición: <strong>la</strong> “bo<strong>de</strong>gón”, <strong>la</strong> antropológica, <strong>la</strong> individual y <strong>la</strong> mosaico o espécimen. Aunque, en líneas<br />
generales, po<strong>de</strong>mos establecer una cierta evolución entre <strong>la</strong> disposición tipo “bo<strong>de</strong>gón” hacia <strong>la</strong>s<br />
tomas individuales <strong>de</strong> objetos, lo cierto es que estos tipos convivieron en el tiempo. La elección <strong>de</strong> unos<br />
y no <strong>de</strong> otros resulta, por ello, un interesante tema a analizar.<br />
La fotografía tipo “bo<strong>de</strong>gón” fue <strong>la</strong> primera en aparecer, con tomas realizadas por los mismos <strong>de</strong>scubridores<br />
<strong>de</strong>l medio fotográfico: L. J. M. Daguerre y W. H. Fox Talbot. Conectada con <strong>la</strong> tradición<br />
pictórica, este tipo <strong>de</strong> fotografía suponía generalmente <strong>la</strong> reunión <strong>de</strong> varios objetos en una misma toma.<br />
La disposición final <strong>de</strong>l conjunto confería a <strong>la</strong> toma un marcado gusto artístico, una recreación<br />
para <strong>la</strong> que se podía acudir, incluso, a tejidos, mobiliario diverso, etc. Más que reproducir un objeto<br />
para su estudio se recreaba el concepto que <strong>la</strong> época tenía <strong>de</strong> <strong>la</strong> antigüedad, se evocaba un ambiente.<br />
En <strong>la</strong> arqueología españo<strong>la</strong> este tipo <strong>de</strong> representación tuvo una marcada continuidad, si bien fue perdiendo,<br />
<strong>de</strong> manera progresiva, los elementos “<strong>de</strong>corativos” propios <strong>de</strong> <strong>la</strong>s representaciones pictóricas<br />
–como los bo<strong>de</strong>gones– aunque siguieron disponiendo los objetos arqueológicos juntos hasta el punto<br />
<strong>de</strong> llegar a per<strong>de</strong>r alguna <strong>de</strong> sus características como, por ejemplo, <strong>la</strong> percepción <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> <strong>la</strong>s piezas.<br />
Este tipo <strong>de</strong> imágenes estuvo presente en España hasta, al menos, los años 50 <strong>de</strong>l siglo XX. Y si bien<br />
fue perdiendo progresivamente importancia ante <strong>la</strong> representación individual <strong>de</strong> los objetos, <strong>la</strong> convivencia<br />
<strong>de</strong> ambas fue <strong>la</strong> pauta general. Esta pervivencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> fotografía tipo “bo<strong>de</strong>gón” –que en <strong>la</strong> ciencia<br />
europea encontramos sólo durante el siglo XIX– habría estado motivada, en parte, por <strong>la</strong> escasa disponibilidad<br />
<strong>de</strong> realizar, e incluir en <strong>la</strong>s publicaciones, más fotografías. El precio re<strong>la</strong>tivamente caro <strong>de</strong><br />
los aparatos y <strong>de</strong> <strong>la</strong> edición fotográfica habría <strong>de</strong>sempeñado, también, un importante papel.<br />
Disciplinas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ciencias naturales –como <strong>la</strong> Botánica y <strong>la</strong> Zoología– o <strong>la</strong> Antropología tuvieron<br />
mucho que ver con <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación individual <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> estudio. La llegada <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
fotografía y el propio <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> estas disciplinas científicas provocaron que comenzaran a formarse<br />
una serie <strong>de</strong> interesantes convenciones visuales, <strong>de</strong> disposiciones que se creían eran a<strong>de</strong>cuadas para el<br />
trabajo científico. En Antropología se representaban varias perspectivas <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> estudio: frontal,<br />
perfil, posterior. Esta complementariedad hacía más completo el conocimiento que <strong>la</strong> fotografía proporcionaba.<br />
Aunque esta forma <strong>de</strong> visualizar empezó en Antropología hacia 1850 tardó aún bastante<br />
tiempo en incorporarse a nuestra disciplina.<br />
Este proceso <strong>de</strong> establecimiento <strong>de</strong> cánones y convenciones estaba, creemos, muy en re<strong>la</strong>ción con<br />
<strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l siglo XIX respecto a objetivar <strong>la</strong>s fuentes <strong>de</strong>l estudio científico, ya fuese botánico, antropológico<br />
o arqueológico. A su vez, esto nos acerca a una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s quejas más frecuentes <strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l XIX:<br />
<strong>la</strong>s confusiones que habían causado unos inexactos documentos, los errores interpretativos e históricos<br />
que habían conllevado <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> cambiar esta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Precisamente fue en aquel ambiente<br />
cuando, ante <strong>la</strong> irrupción <strong>de</strong>l documento exacto que en apariencia era <strong>la</strong> fotografía, se tendió a valorar<br />
excesivamente su potencial aportación a <strong>la</strong> vez a que a minimizar <strong>la</strong> reflexión sobre su naturaleza.<br />
Así, el tipo <strong>de</strong> lámina fotográfica que hemos <strong>de</strong>nominado “mosaico u espécimen” se sitúa y es<br />
comprensible, precisamente, en esta voluntad <strong>de</strong> objetivar <strong>la</strong>s fuentes <strong>de</strong>l conocimiento histórico. Su<br />
apariencia resulta extraña si observamos otros tipos <strong>de</strong> representación: los objetos parecen flotar, <strong>de</strong>sprovistos<br />
<strong>de</strong> un contacto o un punto c<strong>la</strong>ro <strong>de</strong> apoyo. Pero dicha apariencia respondía especialmente a<br />
esta voluntad <strong>de</strong> “imitar” <strong>la</strong>s prestigiosas láminas botánicas, los esquemas adoptados para <strong>la</strong> representación<br />
científica <strong>de</strong> animales y p<strong>la</strong>ntas. Su aparición en <strong>la</strong>s publicaciones arqueológicas obligaba a un<br />
recorte <strong>de</strong> los originales, a <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración <strong>de</strong> máscaras que eliminaban el fondo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tomas y sus puntos<br />
<strong>de</strong> apoyo, etc. Especialmente interesante resulta cómo este tipo <strong>de</strong> fotografía apareció en España<br />
con los esfuerzos y cambios producidos en los primeros años <strong>de</strong>l siglo XX, pero su presencia fue siempre,<br />
sin embargo, minoritaria. Después <strong>de</strong> unas décadas estas láminas tendieron a <strong>de</strong>saparecer, especialmente<br />
a partir <strong>de</strong> <strong>la</strong> Guerra Civil. A partir <strong>de</strong> entonces, predominaría <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada fotografía individual<br />
o antropológica, que conllevaba una menor e<strong>la</strong>boración <strong>de</strong>l cliché originario.<br />
Este tipo <strong>de</strong> láminas “mosaico u espécimen” aparecieron en <strong>la</strong> ciencia españo<strong>la</strong>, precisamente, en<br />
un momento en que historiadores eminentes <strong>de</strong>l período –como Rafael Altamira– abogaron por el es-<br />
401