genero- asimetria langabeziaren irudikapen sozialean - Euskara

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LANGABEZIA FEMENINOA ETA MASKULINOA: GENERO-ASIMETRIA …
consiguientes representaciones sociales, actitudes y comportamientos (Fraser, 1980).
Ante el desempleo masivo, se plantean nuevos retos en el campo de la orientación
profesional (Ovejero, 2001), y conlleva, en especial, una profunda reflexión en
relación a las diferencias de género (Duru-Bellat, 2003). En este sentido, resulta
especialmente pertinente el estudio de la representación social que los jóvenes tienen
y elaboran sobre el desempleo.
En relación a la asimetría de género, en la teoría del campo social
desarrollada por Bordieu (1977, 1998), el espacio social se define organizado por
posiciones sociales determinadas en función de tres dimensiones: el capital
económico, el capital cultural y el género. Los individuos están insertados en
posicionamientos asimétricos diferentes, donde se reflejan las luchas, retos y
relaciones de poder que estructuran la sociedad. La asimetría de género es el
resultado de relaciones de dominación. Esta relación androcéntrica orienta
determinados sistemas representacionales que participan en el mantenimiento de la
dominación masculina, y en relación a las mujeres, conlleva la internalización de
sistemas de pensamiento y actitudes que corresponden e intervienen en los grupos
dominados (Tafani y Bellon, 2001).
El principio de homología estructural (Bordieu, 1977; Lorenzi-Cioldi, 1988)
sirve de enlace entre las estructuras sociales y las estructuras cognitivas, siendo estas
últimas resultado de las posiciones que los individuos tienen en la estructura social.
Dicho de otra manera, las representaciones se encuentran parcialmente determinadas
por la posición de dominado o dominador de los individuos que las constituyen. En
relación a las representaciones intergrupales, éstas se constituyen mediante los
juicios que unos grupos emiten sobre otros y los juicios se encuentran determinados
por la naturaleza de la relación existente entre estos grupos. Por consiguiente, se
puede decir que las representaciones intergrupales contribuyen a perpetuar la
situación de dominación social (Vinet y Moliner, 2006).
El principio organizador de la asimetría de género se basa en la relación de
dominación que los hombres tienen sobre las mujeres (Daune-Richard y Hurtig,
1995). La aproximación sociocognitiva realizada por Hurtig y Pichevin (1985) en
relación a la construcción social del género, tiene como eje central el sistema