07.05.2013 Views

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

en el orden espiritual y que Dios nos le quita o por la muerte o<br />

por la separación.<br />

En verdad que no es permitido apoyarse en un hombre<br />

como si fuera la causa primera de nuestra santificación, pero<br />

puede ponerse la esperanza en él como agente secundario e<br />

instrumento de la Providencia en esta santa empresa, y<br />

cuanto más lleno del espíritu de Dios y capaz de hacernos<br />

bien, tanto más lícito, y hasta cierto punto necesario, nos será<br />

apoyarnos en él. Todas las ayudas que Dios nos da, sean de<br />

afección, de edificación o de dirección, es necesario recibirlas<br />

con reconocimiento, pero conservándonos dispuestos a<br />

bendecir a Dios si nos las quita, como le bendecimos por<br />

habérnosla prestado; seguros de que, si bajo el golpe de una<br />

prueba aceptada generosamente derramamos algunas<br />

lágrimas, el amor de Dios, aunque tan celoso, no nos las<br />

reprochará.<br />

Quizá os parezca que sin el auxilio de este apoyo no os<br />

podríais sostener. Sin embargo, habéis de saber que este<br />

sabio director, este santo superior, este amigo espiritual os ha<br />

sido dado mientras os era muy útil y en cierto punto<br />

indispensable. Dios empero, ¿ha cesado de amaros? ¿No es<br />

todavía vuestro Padre? ¿Cómo podrá olvidar vuestros<br />

sagrados intereses? Creed, pues, que no os abandona. Es<br />

verdad que el guía, cuya pérdida lamentáis, os ha conducido<br />

felizmente hasta aquí; pero, ¿sabéis si sería apto para<br />

conduciros por el camino que aún habéis de recorrer? Nuestro<br />

Señor pudo decir a sus Apóstoles, sin duda porque le amaban<br />

con un afecto sensible: «Os conviene que Yo me vaya, porque<br />

si no me fuere, no vendrá a vosotros el Consolador; y si me<br />

voy, os le enviaré». Este amigo, este director, ¿os es más<br />

necesario que Nuestro Señor lo era a los Apóstoles? - Diréis<br />

quizá: es un castigo a mis infidelidades-. Sea; mas los<br />

castigos de un padre vienen a ser para los hijos dóciles un<br />

remedio saludable. ¿Queréis desarmar a Dios, mover su<br />

corazón, obligarle a colmaros de nuevas gracias?, aceptad su<br />

castigo, pedidle su ayuda; y en premio de vuestro confiado<br />

abandono a su voluntad, o bien os proveerá del guía que<br />

actualmente necesitáis, o El mismo se encargará de vuestra<br />

dirección.<br />

197

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!