07.05.2013 Views

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

angustias las que precisamente debieran tranquilizaros. Hay,<br />

sin embargo, otra prueba aún mejor: es que nuestros actos,<br />

para que sean agradables a Dios, en manera alguna necesitan<br />

emociones. Por su naturaleza son espirituales, y se elaboran<br />

en la parte superior del alma. Cuando la parte inferior preste<br />

su concurso, o permanezca inerte, e incluso trabaje en contra,<br />

todo esto será siempre secundario. Lo esencial es que la<br />

contrición cambie la voluntad, y no que haga correr las<br />

lágrimas, que el santo amor una fuertemente nuestro querer al<br />

de Dios, y no que se traduzca en efusiones de ternura. Otro<br />

tanto ha de decirse de las virtudes. Para obtener este<br />

resultado, no es necesaria la sensibilidad; ésta viene a ser<br />

perjudicial tan pronto como se convierta en pábulo del amor<br />

propio. Tal es el obstáculo que Dios se propone destruir con<br />

esta insensibilidad del corazón. Dolorosa es esta operación,<br />

mas eminentemente saludable, y en lugar de quejamos<br />

amargamente de ella, besemos con reconocimiento la mano<br />

de Dios que nos hace sufrir para curarnos.<br />

La insensibilidad del corazón es una abrumadora pena, al<br />

menos para el alma que aún no ha llegado al perfecto<br />

abandono; pero la prueba toma más incremento, cuando a la<br />

privación del piadoso sentimiento vienen a añadirse los<br />

disgustos, las repugnancias, las rebeliones interiores, que<br />

sobreexcitan a la naturaleza ante los grandes sacrificios, o<br />

cuando la copa está ya llena. Nada culpable hay en estas<br />

repugnancias y las rebeliones, con tal que se las sufra con<br />

paciencia y la voluntad no se deje arrastrar; sólo falta<br />

entonces la impresión sensible de la sumisión, puesto que<br />

nuestra voluntad permanece unida a la de Dios y fiel a todos<br />

sus deberes. Recuérdese la agonía de Nuestro Señor en el<br />

Huerto de los Olivos, y se comprenderá que la amargura del<br />

corazón y la violencia de las angustias no son incompatibles<br />

con una sumisión perfecta. Las rebeliones no están sino en la<br />

parte inferior, mientras que en la superior continúa reinando la<br />

sumisión.<br />

Guardémonos bien de creer que estas pruebas constituyen<br />

un obstáculo, sino que por el contrario, dice el P. de<br />

Caussade, tales son las luchas íntimas de que habla San<br />

Pablo, y después de él todos los Maestros de la vida espiritual;<br />

265

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!