07.05.2013 Views

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

quiere»; es una sublime perfección aceptar de buen grado<br />

todo lo que Dios hace. ¿Podéis ignorar acaso que constituye<br />

una virtud heroica el saber soportar paciente y<br />

constantemente las propias miserias, las debilidades, la<br />

pobreza interior, las tinieblas, las insensibilidades, las<br />

divagaciones, las locuras, las extravagancias de espíritu y de<br />

imaginación -obrando siempre lo mejor que se pueda-? Esto<br />

es lo que ha hecho decir a San Francisco de Sales que los<br />

aspirantes a la perfección tienen tanta necesidad de paciencia<br />

y de dulzura para consigo mismos como para con los demás.<br />

Tengamos, pues, paciencia con nosotros mismos, en nuestras<br />

propias miserias, en nuestras imperfecciones y en nuestros<br />

defectos, como Dios quiere que soportemos al prójimo en<br />

parecidas circunstancias.<br />

Así es que este sentimiento de nuestra pobreza no ha de<br />

inquietarnos en cuanto al presente, desde el momento en que<br />

realmente tenemos buena voluntad: «Camináis con seguridad<br />

-dice San Juan de la Cruz-; dejaos conducir y estad contentos.<br />

Jamás habéis sido mejores que ahora, porque nunca habéis<br />

sido tan humildes ni tan sumisos. Jamás os habéis tenido a<br />

vosotros mismos y a las cosas del mundo en tan poca estima.<br />

Jamás os habéis creído tan malos y peores que ahora. Jamás<br />

habéis hallado a Dios tan bueno, ni le habéis servido con más<br />

desinterés, ni con más pureza de intención. Jamás habéis<br />

renunciado mejor que ahora a las imperfecciones de vuestra<br />

voluntad y de vuestro interés personal, que quizá en otros<br />

tiempos buscabais.»<br />

En cuanto al porvenir, sólo os incumbe esforzaros por amar<br />

la santa abyección, el desprecio y horror de vos mismo, que<br />

nacen de este vivo sentimiento de vuestra pobreza. Cuando a<br />

esto llegareis, habréis dado un nuevo paso, aun más decisivo,<br />

en vuestro espiritual adelantamiento. Esta aparente pobreza,<br />

bien entendida, humildemente soportada, es uno de los más<br />

preciosos tesoros que un alma puede poseer acá abajo,<br />

puesto que este sentimiento la conduce a una profunda<br />

humildad. Por este medio Dios le impide complacerse y confiar<br />

en si misma, dormirse en una perezosa tranquilidad. Le obliga<br />

a obrar su salvación con temor y temblor, y, por consiguiente,<br />

se apoya en Dios sólo, desconfía de si misma, vigila, ora, se<br />

274

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!