07.05.2013 Views

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

fecundidad. Por el contrario, la prudencia y la humildad<br />

quieren que no se pidan sufrimientos, a menos de un<br />

llamamiento divino, debidamente reconocido. Aun en este<br />

caso, no ha de hacerse sin antes haber probado las fuerzas,<br />

soportando con paciencia las pruebas ordinarias y dándose a<br />

la mortificación voluntaria. Si nosotros tomamos la iniciativa de<br />

pedir tal o cual género de sufrimientos, somos nosotros los<br />

que disponemos y hemos de seguir en este acto, como en<br />

todos los demás, las reglas de la prudencia; ahora bien, la<br />

prudencia pide se exceptúen las pruebas que nos pudieran<br />

resultar más peligrosas, y la caridad, a su vez, las que serian<br />

demasiado molestas a cuantos nos rodean. No parece que<br />

haya necesidad de usar de las mismas precauciones cuando<br />

se deja a Dios el cuidado de escoger, porque entonces es<br />

Dios quien dispone, no nosotros, siempre puede uno<br />

adaptarse a lo que dispone la paternal Sabiduría.<br />

Por otra parte, salvo el divino llamamiento, ¿para qué pedir<br />

el sufrimiento? Un alma que aspira a las más altas virtudes,<br />

¿tiene necesidad de buscar algo más que la obediencia y<br />

abandono perfectos? Los votos, la Regla, las disposiciones de<br />

la Providencia es el camino más seguro que lleva a la<br />

perfección sin error ni engaño. En él hallarán siempre<br />

maravillosos recursos para adquirir la pureza del alma y las<br />

perfectas virtudes, y la íntima unión con Dios. Esta<br />

transformación progresiva mediante las observancias es ya<br />

una ruda labor capaz de colmar una larga vida. Mas si esto no<br />

basta a nuestra generosidad, la Regla nos invita, contando<br />

con la debida autorización, a hacer más de lo que ella manda,<br />

abriendo así al espíritu de sacrificio, horizonte ilimitado casi y<br />

tan vasto como nuestros deseos. En cuanto al santo<br />

abandono, toda alma interior halla mil ocasiones de ponerlo en<br />

práctica; un religioso lo necesitará con frecuencia en la<br />

Comunidad, mucho más aún los Superiores en el desempeño<br />

de su cargo. Es necesario comenzar por dar buena cogida a<br />

las cruces que Dios nos ha elegido y si El ve que no bastan a<br />

nuestro ardor de sufrir, sabrá por si mismo aumentar el<br />

número y la pesadez.<br />

Por tanto, las almas que desean vivir en espíritu de<br />

victimas no tienen necesidad, generalmente hablando, de<br />

57

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!