07.05.2013 Views

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

voluntad hará todo bien para nosotros y para nuestra felicidad.<br />

Después de haber hecho dos o tres veces en la forma<br />

indicada este ejercicio, podréis acortarlo, variarlo y<br />

acomodarlo como mejor os parezca, ya que es necesario<br />

fijarlo con frecuencia en el corazón a modo de jaculatoria».<br />

La princesa Isabel en su prisión, de la que no había de salir<br />

sino para subir al cadalso, repetía con frecuencia y todas las<br />

mañanas esta oración: «¿Qué me sucederá hoy, Dios mío? Lo<br />

ignoro por completo, pero sé que nada me acontecerá que<br />

Vos no lo hayáis previsto, regulado y ordenado desde toda la<br />

eternidad. Esto me basta, Dios mío, esto me basta: adoro<br />

vuestros inescrutables designios y a ellos me someto con todo<br />

mi corazón por amor vuestro. Todo lo quiero, todo lo acepto,<br />

de todo os hago un sacrificio, y uno este sacrificio al de<br />

Jesucristo mi divino Salvador. En su nombre y por los méritos<br />

infinitos de su Pasión os pido la paciencia en mis trabajos, y la<br />

perfecta sumisión que os es debida por todo lo que queréis y<br />

permitís. Así sea.»<br />

Podemos decir de cuando en cuando con el P. Saint-Jure:<br />

«Señor mío y Dios mío, quiero y recibo con agrado todo lo que<br />

Vos queréis, y cuando lo quisiereis, como lo quisiereis y para<br />

los fines que os propusiereis, en cuanto al frío, al calor, a la<br />

lluvia, a la nieve, a las tempestades y a todos los desórdenes<br />

de los elementos, lo mismo en cuanto al hambre, a la sed, a la<br />

pobreza, a la infamia, a los ultrajes, a los disgustos, a las<br />

repugnancias y a todas las demás miserias. Me abandono a<br />

Vos con un corazón sumiso, para que dispongáis de mi en<br />

esto como en todo lo demás, según vuestro beneplácito.<br />

Referente a las enfermedades, Vos sabéis las que habéis<br />

resuelto enviarme. Yo las quiero y desde este momento las<br />

acepto y las abrazo en espíritu, inmolándome a vuestra divina<br />

y adorable voluntad. Esas quiero y no otras, porque son las<br />

que Vos queréis, las recibo con una perfecta conformidad en<br />

vuestra voluntad como las habéis Vos ordenado, ya en cuanto<br />

al tiempo de su venida, ya al de su duración o al de su<br />

cualidad. No las quiero ni más crueles ni más suaves, ni más<br />

cortas ni más largas, ni más benignas ni más agudas, sino tan<br />

sólo como ellas deben serlo según vuestra voluntad.» En<br />

todas las cosas, «Señor mío y Dios mío, me abandono y me<br />

374

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!