07.05.2013 Views

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

tendrá esta cruel indulgencia. «Hasta ahora dice el ángel al<br />

bienaventurado Susón- eres tú quien te azotabas por tus<br />

propias manos, cesabas cuando querías, y tenias compasión<br />

de ti mismo. Al presente quiero librarte de ti mismo y<br />

entregarte, sin que nadie te defienda, en manos de extraños<br />

que te azotarán. -No lo harán sino en la medida que yo se lo<br />

permita, mas te parecerán despiadados. Asistirás al<br />

desmoronamiento de tu reputación, estarás expuesto al<br />

desprecio de algunos hombres ciegos, y sufrirás más de esta<br />

parte que por las heridas hechas en otro tiempo con tus<br />

instrumentos de penitencia.»<br />

En otro tiempo hallábamos compensaciones y la<br />

Providencia nos las va a quitar. Veamos lo que aconteció al<br />

beato Susón: Tenía consolaciones humanas, y el ángel le dice:<br />

«Cuando te entregabas a tus ejercicios de mortificación eras<br />

grande, eras admirado, ahora serás abatido, serás<br />

aniquilado.» Gozaba sobre todo de las consolaciones divinas,<br />

y el ángel añadió: «Hasta ahora sólo has sido un niño mimado,<br />

has nadado en la dulzura celestial, como nada el pez en el<br />

mar. En adelante quiero retirarte todo esto, quiero que seas<br />

privado de ello y que sufras con esta privación, que seas<br />

abandonado de Dios y de los hombres.»<br />

No siempre damos los golpes donde debiéramos; mas la<br />

Providencia, que ve con más exactitud, ataca al mal en su<br />

raíz. El beato Susón tenía un carácter muy afectuoso, y no<br />

parecía preocuparse de ello. «Aunque acabas de imponerte<br />

una cruel tortura, díjole el ángel, aún te queda por divina<br />

permisión un natural tierno y amante; te acontecerá que allí<br />

donde pensabas encontrar un amor particular y la fidelidad,<br />

sólo hallarás infidelidad, grandes sufrimientos y grandes<br />

penas. Serán tan numerosas tus pruebas que los hombres<br />

que te aman, por poco que sea, se compadecerán de ti.»<br />

Nuestro mal es sobre todo el orgullo. Ahora bien, «para<br />

infligirnos algún castigo por ello -dice el Padre Piny-<br />

¿búscanse de ordinario las ocasiones de humillación y de<br />

desprecio? ¿No se cree hacer bastante condenándose a dar<br />

alguna limosna, o a practicar austeridades que mortifican el<br />

cuerpo y no el orgullo del espíritu? Dios, que se propone no<br />

tan sólo castigar, sino más aún curar, obra mucho más<br />

337

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!