07.05.2013 Views

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

celosa, las dejará disfrutar de estas santas dulzuras, y se dará<br />

por contento con el sacrificio de los placeres de los sentidos<br />

que ellas le han hecho. Tal es la vida ordinaria de las personas<br />

devotas, cuya piedad está mezclada con ciertas tendencias a<br />

buscarse a sí mismas. A la verdad, Dios no aprueba esos<br />

defectos, pero como no les concede tantas gracias, no espera<br />

de ellas tan elevada perfección. Muy distintas son las<br />

exigencias, como distintos son también los designios,<br />

tratándose de almas escogidas. El celo de su amor iguala al<br />

de la ternura que les manifiesta. Deseoso de entregarse todo<br />

a ellas, quiere también poseer su corazón sin participación<br />

ajena; y así, no se contenta con las cruces y penas exteriores<br />

que las desprendan de las criaturas, sino que se propone<br />

desasirías de sí mismas, y matar en ellas las últimas raíces de<br />

este amor propio que se adhiere al sentimiento de devoción,<br />

que en él se apoya, de él se nutre, y en él se complace. Para<br />

llevar a término esta segunda muerte, retira Dios todo<br />

consuelo, todo gusto, todo apoyo interior, y prueba al alma por<br />

las arideces, las repugnancias, las insensibilidades y otras<br />

penas, de suerte que ella se encuentra en un estado de<br />

anonadamiento.<br />

No siempre la acción de Dios alcanza ese grado de<br />

intensidad, sino que lo aumenta o disminuye según los<br />

designios de amor, y conforme a la fuerza y a la generosidad<br />

de las almas. Si no juzga conveniente tratarlas con este santo<br />

rigor, las hace al menos pasar por alternativas de consuelos y<br />

desolación, de paz y de combate, de luz y de oscuridad. Y<br />

merced a estas continuas vicisitudes, las vuelve flexibles y<br />

dóciles a todas sus mociones; pues, a fuerza de cambiar de<br />

situación interior, se acaba por no tener ninguna y se halla<br />

dispuesto a tomar todas las formas, obedeciendo a este<br />

Espíritu divino que sopla donde quiere y como quiere.<br />

Finalmente, por medio de estas pruebas, dice el venerable<br />

Luis de Blosio, «Dios purifica a las almas, las humilla, las<br />

instruye, las hace dóciles a su voluntad, cercena todo cuanto<br />

tenían de rudo, deforme y repugnante, y las embellece con<br />

todos los atavíos que puedan hacerlas agradables a sus ojos.<br />

Y cuando las halla fieles, llenas de paciencia y buena<br />

voluntad; cuando el dilatado ejercicio de las tribulaciones las<br />

228

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!