07.05.2013 Views

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ha conducido, con la ayuda de su gracia, hasta aquel elevado<br />

grado de perfección, que consiste en sufrir con tranquilidad y<br />

con alegría todo género de tentaciones y de penas, entonces<br />

las une consigo del modo más perfecto, les confía sus<br />

secretos y sus misterios, y se comunica plenamente a ellas».<br />

Estos son los días del puro amor, puesto que en ellos<br />

servimos a Dios por El mismo, y a nuestras propias expensas.<br />

¡Cuán difícil es amarle de verdad en la alegría, sin que se<br />

mezcle algo de amor propio y de yana complacencia! Mas en<br />

el tiempo de las cruces y de las privaciones interiores<br />

santamente aceptadas, no hemos de temer ya que el amor<br />

propio se mezcle en nuestras relaciones con Dios, puesto que<br />

nada hay en ellas que no tienda a crucificar el amor propio.<br />

¡Qué a propósito es esta seguridad para consuelo del que<br />

comprende el precio del amor puro! He aquí la razón por qué<br />

tantos santos preferían las privaciones y las penas a los<br />

consuelos y alegrías, por qué amaban tan apasionadamente<br />

las unas y tenían verdadera pena en gozar de las otras.<br />

Es el tiempo de la rica cosecha para el cielo, porque ahora<br />

es cuando el alma se eleva a las obras santas, puras y<br />

desinteresadas. «En el estado de consuelos -dice San<br />

Alfonso-, no es menester gran virtud para renunciar a los<br />

placeres sensuales, ni para soportar las afrentas y las<br />

adversidades; un alma así favorecida lo sufre todo, pero<br />

muchas veces su paciencia proviene más de las dulzuras que<br />

experimenta, que de la fuerza de su amor a Dios.» Por el<br />

contrario, es efecto de no mediana virtud saber soportar sus<br />

miserias, sus debilidades, su temperamento, sus defectos y<br />

todas las penas de que Dios se sirve para corregirnos.<br />

Después de estas purificaciones y estos desasimientos<br />

interiores, se facilita la elevación al perfecto abandono, a la<br />

confianza filial sólo en Dios; es decir, que las virtudes más<br />

perfectas llegan a sernos como naturales. Por este motivo,<br />

¡cuántas riquezas no han procurado a los santos estas<br />

miserias y estas pruebas, sirviendo de materia a sus combates<br />

interiores, a sus victorias y al triunfo de la gracia! Por lo<br />

demás, sólo después de haber sido despojado de esta manera<br />

y por completo de sí mismo, es cuando uno puede llegar a no<br />

pensar sino en Dios, a no gustar sino de Dios, a no apoyarse y<br />

229

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!