07.05.2013 Views

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

EL SANTO ABANDONO - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

misma. Quítales toda la libertad de tentar, o se la concede<br />

más o menos restringida, según El lo juzga conveniente, como<br />

armas que pueden usar contra aquellos que El permite sean<br />

probados, en la materia y por el tiempo que halla ser a<br />

propósito. Elegir la tentación, el tiempo, la violencia y la<br />

duración, todo está en manos de Dios, nuestro Padre, nuestro<br />

Salvador, nuestro Santificador; esto es lo que debe inspirarnos<br />

confianza. Podemos nosotros mismos, con el auxilio de la<br />

gracia, prevenir muchas tentaciones, rechazar los más rudos<br />

asaltos del enemigo; y si sucumbimos, será por nuestro libre<br />

consentimiento, pues el demonio puede ladrar, amenazarnos,<br />

solicitarnos, pero no muerde sino al que lo quiere. Mas, por<br />

desgracia, tenemos en nuestro libre albedrío la tremenda<br />

posibilidad de ceder, a pesar de la gracia; y de no pedirla,<br />

hasta de ir en busca de la tentación; todo lo cual nos ha de<br />

mantener en una continua desconfianza. El peligro, pues, en<br />

definitiva, está en nosotros, y a nosotros es a quien sobre todo<br />

hemos de temer.<br />

En todo esto hay una mezcla de divino beneplácito y de su<br />

voluntad significada, exigiendo ésta que cada cual «vele y ore<br />

para no caer en la tentación», es decir, para prevenir la<br />

tentación en cuanto de nosotros dependa, o para obtener la<br />

gracia de no sucumbir. Que ésta se presenta a pesar de la<br />

vigilancia y de la oración, la voluntad de Dios significada pide<br />

entonces que combatamos como valientes soldados de<br />

Jesucristo. Todos conocen perfectamente los medios que han<br />

de emplearse, pero, según San Alfonso, «el más eficaz y el<br />

más necesario de todos los remedios, el remedio de los<br />

remedios, es invocar el auxilio de Dios y continuar orando<br />

mientras dure la tentación. Con frecuencia vincula el Señor la<br />

victoria, no a la primera oración, sino a la segunda, a la<br />

tercera, o a la cuarta. En una palabra, es necesario<br />

persuadirse que todo nuestro bien depende de la oración; de<br />

la oración depende el cambio de vida; de la oración depende<br />

la victoria sobre las tentaciones; de la oración depende la<br />

gracia del amor divino, de la perfección, de la perseverancia y<br />

de la salvación eterna. Lo prueba la experiencia: que el que<br />

recurre a Dios en la tentación, triunfa, y el que no recurre a<br />

Dios peca, sobre todo en las tentaciones de incontinencia».<br />

237

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!