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Identidades a flor de piel

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Que tipo metemono!‖.<br />

halshs-00291675, version 1 - 28 Jun 2008<br />

Lejos <strong>de</strong> ejercer una militancia, <strong>de</strong> ser un protest song étnico o la encarnación <strong>de</strong> una<br />

―música negra‖, la champeta simboliza el lugar otorgado a la dimensión racial en las<br />

prácticas <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> Cartagena: aunque omnipresente jamás es mencionada, es<br />

<strong>de</strong>terminante e implícita a la vez. Digamos que no hace falta que lo hagan, pues está<br />

asociada con otros atributos sociales que la expresan sin romper las conveniencias. Lo<br />

que hay que subrayar es que no hay la menor intención <strong>de</strong> ligar su práctica con una<br />

categoría que sea sinónimo <strong>de</strong> inferioridad y marginalización. Este <strong>de</strong>sfase remite al<br />

proceso <strong>de</strong> etiquetaje racial <strong>de</strong> una música que se complace en <strong>de</strong>sviar las normas<br />

sociales y valorar lo prohibido: la marginalización <strong>de</strong> esta contracultura se explica<br />

entonces por una lógica racial en la que la asociación <strong>de</strong> la champeta con lo ―negro‖ serìa<br />

razón suficiente para <strong>de</strong>spojarla <strong>de</strong> su legitimidad.<br />

1.2. Una música naturalizada<br />

De cierta manera, la perversión <strong>de</strong> las normas raciales es inherente a la champeta, como si<br />

organización y <strong>de</strong>sorganización, or<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n estuvieran íntimamente ligados. La<br />

champeta está estructurada en tres tiempos fuertes: el comienzo, el ―espeluque‖ y el final.<br />

Si generalmente el soukous africano comienza lentamente para ir acelerando poco a poco,<br />

su homólogo colombiano comienza con un ritmo acelerado pensado para atraer más<br />

bailarines. Después, a manera <strong>de</strong> coro, viene el espeluque, la parte más bailable y más<br />

rítmica, interpretada únicamente con la guitarra y los instrumentos <strong>de</strong> percusión. Esta<br />

palabra proviene <strong>de</strong> una mala pronunciación <strong>de</strong> la expresión ―<strong>de</strong>spelucarse‖, quitarse la<br />

peluca, que en el lenguaje popular <strong>de</strong> la costa también significa <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, locura,<br />

felicidad. Así pues, cuando llega el espeluque el cantante invita a los bailarines a que se<br />

muevan más, a que se liberen totalmente. En ese momento fiesta y <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n se vuelven<br />

sinónimos. Incluso hay que <strong>de</strong>cir que el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n es inseparable <strong>de</strong> la forma misma <strong>de</strong> la<br />

champeta. Ciertamente la champeta es una contracultura, pero no por el contenido <strong>de</strong> sus<br />

textos, sino más bien por el hecho <strong>de</strong> cuestionar los mo<strong>de</strong>los musicales establecidos.<br />

Aunque <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la tradición oral <strong>de</strong> la costa, logra sin embargo <strong>de</strong>sviar su forma <strong>de</strong><br />

manera radical.<br />

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