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Identidades a flor de piel

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halshs-00291675, version 1 - 28 Jun 2008<br />

Recor<strong>de</strong>mos también que el sello que reúne un picó, una casa <strong>de</strong> producción y un punto<br />

<strong>de</strong> venta es, en realidad, El Rey <strong>de</strong> Rocha, nombre <strong>de</strong> un antiguo palenque ubicado a<br />

pocos kilómetros <strong>de</strong> Cartagena, lugar <strong>de</strong> origen <strong>de</strong> los Chawala, Yamilo y otros<br />

empleados que a<strong>de</strong>más son hermanos, primos o sobrinos <strong>de</strong> sus propietarios. Por ello, la<br />

champeta ha sido asociada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus primeros días, con los individuos <strong>de</strong>finidos<br />

directamente como negros, y ha estado relegada a las márgenes <strong>de</strong> Cartagena, tanto<br />

geográfica como socialmente. La música africana no es exactamente una música <strong>de</strong><br />

Cartagena: i<strong>de</strong>ntificada con África y Palenque, producida en el exterior e importada<br />

ilegalmente, aún no ha obtenido el éxito popular, ni tampoco ha pa<strong>de</strong>cido el rechazo que<br />

podría conferirle su llegada a Cartagena.<br />

2.2. Proyección hacia el Caribe<br />

Jacques Gilard, en un artìculo escrito en 1980, emplea los términos ―costa‖ y ―costeño‖<br />

para calificar a la región <strong>de</strong>l Atlántico y sus habitantes: las palabras ―caribeño‖ y<br />

―Caribe‖ aún no forman parte <strong>de</strong>l lenguaje cotidiano. Y no sobra recordar que la región se<br />

<strong>de</strong>fine, antes que nada, en su oposición frente al interior andino, oposición que<br />

indudablemente no constituye una ventaja para la costa:<br />

―Como costeños, sus miembros podrìan sentir que su región era aún, para<br />

el resto <strong>de</strong>l país, una incógnita, o una realidad mirada con tanta<br />

indiferencia que llegaba a no tener existencia real (…). La evocación <strong>de</strong> la<br />

costa quedaba estancada en imágenes <strong>de</strong> palmeras, cumbias y gentes<br />

morenas llenas <strong>de</strong> alegrìa‖ (Gilard, 1984: 231-233).<br />

Años más tar<strong>de</strong>, los términos ―caribeños‖ y ―Caribe‖ reemplazaron a los <strong>de</strong> ―costeño‖ y<br />

―Costa‖. El Caribe apareció entonces como el nuevo espacio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong><br />

Cartagena. Un espacio don<strong>de</strong> la raza ya no sería ni evitada ni estigmatizante, sino<br />

valorizada, simbolizando la especificidad <strong>de</strong>l anclaje caribeño <strong>de</strong> Cartagena. Así las<br />

cosas, cuando las oposiciones binarias centro/periferia, <strong>de</strong>sarrollado/sub<strong>de</strong>sarrollado y<br />

también negro/blanco han sido superadas, el mestizaje comienza a ser pensable.<br />

De la costa al Caribe: inversión <strong>de</strong> perspectivas<br />

La referencia al Caribe no es algo nuevo en Cartagena. De hecho, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<br />

ciudad, durante la época colonial, ya giraba en torno <strong>de</strong> su anclaje en el espacio Caribe –<br />

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