17.11.2016 Views

en colombia

2cAqXFr

2cAqXFr

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

532 el registro mercantil <strong>en</strong> <strong>colombia</strong><br />

La matrícula mercantil y la función certificadora 533<br />

normas. En primer término, dicho efecto se despr<strong>en</strong>de de la misma función<br />

registral, la cual es pública. Por otra parte, esta función pública está llamada<br />

a exteriorizarse mediante la expedición de certificados y copias de docum<strong>en</strong>tos<br />

con pl<strong>en</strong>o valor probatorio (arts. 30 y 44 del C. Co.). También es cierto<br />

que el numeral 4 del artículo 29 del Código de Comercio dispone que los<br />

actos sujetos a registro no produc<strong>en</strong> efecto fr<strong>en</strong>te a terceros, sino a partir<br />

de su registro. A su vez, el artículo 901 (ibídem), consagró la inoponibilidad<br />

del negocio jurídico que, requiri<strong>en</strong>do el registro mercantil, no cumpla con<br />

dicha formalidad. El legislador, a contrario s<strong>en</strong>su, otorga oponibilidad a los<br />

negocios jurídicos que cumplan con el formalismo del registro o publicidad.<br />

La simple oponibilidad implica una presunción g<strong>en</strong>eral de conocimi<strong>en</strong>to,<br />

como consecu<strong>en</strong>cia de la publicidad o registro. Pero es obvio que dicha<br />

presunción opera por disposición de la ley, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te del querer<br />

y conocimi<strong>en</strong>to real del tercero. Es decir, el acto me es oponible y sus efectos<br />

me son ext<strong>en</strong>sibles, aunque yo no lo quiera, o desconozca el negocio jurídico<br />

de que se trate y el hecho mismo de su registro. Pero cuando yo, como tercero,<br />

solicito una certificación a la cámara de comercio y esta me es expedida,<br />

la simple presunción se torna <strong>en</strong> un conocimi<strong>en</strong>to real y auténtico del hecho<br />

certificado. Por otra parte, si la certificación es la prueba del registro mismo,<br />

es indiscutible que la <strong>en</strong>tidad certificadora cumple una función de certeza y<br />

seguridad <strong>en</strong> el tráfico jurídico de los actos y contrato sujetos a registro; lo<br />

que no es otra cosa que el desarrollo del principio de la fe pública. La Cámara<br />

de Comercio de Bogotá, sin reserva alguna, ha aceptado dicho principio:<br />

La fe pública rige como un concepto jurídico que atribuye consecu<strong>en</strong>cia<br />

de validez absoluta y eficacia completa al acto. Esta se<br />

debe a qui<strong>en</strong>es recibieron del Estado la facultad de recubrir de aut<strong>en</strong>ticidad<br />

y validez el acto u operación. El Código de Comercio,<br />

<strong>en</strong> sus artículos 30, 44 y 117 <strong>en</strong>tre otros, consagra la facultad que<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> las Cámaras de expedir certificaciones que constituy<strong>en</strong> la<br />

prueba de los actos que <strong>en</strong> ellos se hace constar, es decir, que les<br />

da a las cámaras de comercio la facultad expresa de dar fe sobre<br />

los actos y docum<strong>en</strong>tos inscritos <strong>en</strong> ellas. En esta medida, el certificado<br />

de matrícula de personas naturales, de personas jurídicas<br />

y de establecimi<strong>en</strong>tos de comercio, así como los de exist<strong>en</strong>cia y<br />

repres<strong>en</strong>tación e inscripción de docum<strong>en</strong>tos de las sociedades,<br />

son una manifestación de la función de dar fe pública que ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

las cámaras de comercio, función que además ha sido calificada<br />

como función pública, pese a ser las cámaras de comercio <strong>en</strong>tidades<br />

privadas (Cámara de Comercio de Bogotá, Oficio n.° 18.198 del<br />

13 de noviembre de 1990).<br />

Ti<strong>en</strong>e razón la <strong>en</strong>tidad, pues la institución registral ti<strong>en</strong>e como misión<br />

especial la de dar fe sobre los actos o docum<strong>en</strong>tos inscritos, recubri<strong>en</strong>do las<br />

certificaciones que expida al respecto de aut<strong>en</strong>ticidad y validez, lo cual coincide<br />

con el concepto doctrinal de la fe pública:<br />

La Fe, que es es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te cre<strong>en</strong>cia e implica un cierto compon<strong>en</strong>te<br />

volitivo, cuando se hace pública pierde ambos elem<strong>en</strong>tos<br />

y se manifiesta como una imposición del Poder Público, que atribuye<br />

a determinadas personas, con exclusión de las demás, la calidad<br />

de la veracidad <strong>en</strong> todo aquello que afirman o atestiguan<br />

(fe pública subjetiva), o que da primacía de verosimilitud a lo que<br />

declara una norma (fe pública objetiva) fr<strong>en</strong>te a lo que afirman o<br />

atestiguan los particulares.<br />

La Fe pública, a difer<strong>en</strong>cia de la privada, no está basada <strong>en</strong> el<br />

firme conv<strong>en</strong>cimi<strong>en</strong>to que t<strong>en</strong>emos sobre la verdad que la misma<br />

<strong>en</strong>cierra, sino <strong>en</strong> la cre<strong>en</strong>cia g<strong>en</strong>eral que impone el Estado y la verdad<br />

oficial que nos obliga a aceptar.<br />

Ese elem<strong>en</strong>to impositivo, que <strong>en</strong> la fe pública ti<strong>en</strong>e un carecer<br />

es<strong>en</strong>cial, no es una manifestación arbitraria de la posición exorbitante<br />

de la administración, sino la única fórmula posible ante la<br />

complejidad de las relaciones de la vida social.<br />

La vida social requiere, por su complicación, una cierta estabilidad<br />

<strong>en</strong> las relaciones; que aparezcan siempre con un carácter<br />

de evid<strong>en</strong>cia y perman<strong>en</strong>cia para que no pueda suscitarse duda<br />

posterior sobre ellas.<br />

Si solo hubiera de otorgarse carácter auténtico a aquellos<br />

hechos que por sí mismos ofrecieran garantías sufici<strong>en</strong>tes, difícilm<strong>en</strong>te<br />

la fe pública llegaría a manifestarse. El simple transcurso<br />

del tiempo, que hace desaparecer los elem<strong>en</strong>tos intervini<strong>en</strong>tes <strong>en</strong><br />

las relaciones jurídicas, fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te los de ord<strong>en</strong> personal,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!