Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Semblanza sobre un cuadrante
“T odo lo que ocurre ocurre en el tiempo…”, ha dicho con
mucha propiedad y mucha autoridad alguien a quien
declino identifi car en este momento.
Todo lo que nos ocurre, por tanto, ocurre en él, en el tiempo.
La manera de expresar esa certidumbre — a mi modo — es
relacionar las ocurrencias propias y ajenas en el tiempo. De ahí
surge que lo que esta página recoge y refl eja sean aconteceres
ubicables dentro de un cómputo solar equivalente a la jornada
en la cual ese cómputo se haya realizado — otrora — o se esté
realizando o quede realizado en un momento dado. De ahí su
nombre: Reloj de Sol.
Es cierto que cada jornada tiene una valoración propia —
específi ca — intransferible o intrascendente si se quiere, pero
genuina, real. Ahora bien, si lo que de ella se dice es una expresión
no únicamente referida al tiempo sino a la experiencia que
en ella cabe…entonces puede tener una signifi cación asimilable
a otros cómputos, susceptibles de ser calibrada por quienes
hicieron jornadas similares o concomitantes aunque sean mensurables
por otros parámetros de inteligencia, de conciencia, de
sensibilidad… infi nitamente superiores a los que aquí se expresan.
Y de una variedad inagotable.
Cada cuadrante repasado, pues, es asimilable a una jornada.
Cada hora está relacionada a una sombra más larga
o más corta; hacia el más y hacia el menos y de nuevo del
menos hacia el más. Repetidamente, en ritornello de días y
de años. Aunque sobre el cuadrante cabe la sombra total: el
sueño, lo soñado o lo ensoñado. Lo idealizado. Lo sublimado.
Cabría también el vaticinio además por aquello de que
de vates — de poetas — y de locos todos tenemos un poco…
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