Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Cierre de año
U n ciudadano — sujeto fuera de toda sospecha de ultraísmos
de izquierda — , el señor Presidente de Ecuador, Osvaldo
Hurtado, joven de clara fi liación democrática, acaba de
declarar, hace muy pocos días, con motivo de dar su apoyo a las
gestiones del Grupo de Contadora, que “es tiempo de escuchar
la voz de los pueblos, en vez del tronar de los cañones”.
¿Qué quiere esto decir en el contexto centroamericano al
que él se refi ere?
Ni más ni menos que no se puede acallar ya la voz de los
pueblos explotados del área fabricando artifi cialmente guerras
fronterizas llamadas a entorpecer y a desgastar las posibilidades
de desarrollo auténtico de las opciones de poder revolucionario
como se da en El Salvador y la consolidación de ese poder en
Nicaragua para “superar las graves desigualdades socio-económicas
dentro de las cuales están dolorosamente inmersos” los
pueblos centroamericanos y a lo cual no es ajeno el poder extremo
que desde siempre apuntaló las dictaduras militares de
esa tan sufrida como explotada región donde los pueblos han
sido, ni más ni menos, material desechable para el enriquecimiento
desorbitado de las compañías bananeras y sus socios,
las oligarquías gobernantes.
Por su parte el Secretario General de las Naciones Unidas,
Javier Pérez de Cuéllar, acaba de decir “que se han reducido
tanto en amplitud como en magnitud los incidentes fronterizos…”.
Mientras tanto el “ritmo de los esfuerzos del Grupo de Contadora
se está acelerando y, en ese contexto, la actividad diplomática
se ha acelerado…”, pero la reducción de los incidentes
fronterizos no es producto de una situación espontánea y de un
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