Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

La retórica para la invasión
D espués que alguien dentro del entourage de los niveles
de poder estadounidenses acuñó la tristemente célebre
teoría del “dominó” como base para inferir que si algún país
caía bajo la dominación del enemigo todos los demás países
del área caerían como barajitas bajo la férula de esas mismas
fuerzas adversas, se viene empleando en forma sistemática tanto
como arbitraria dentro y fuera de la gran nación americana
varios conceptos perfectamente afi nes al ya mencionado para
justifi car la intervención más o menos encubierta de las fuerzas
invasoras de signo supuestamente democrático aunque procedan
de regímenes fuertemente identifi cados como dictaduras
maquilladas por la propaganda y como tales, surgidas de procesos
electorales irreprochables.
Esta superchería electorera no convence a nadie, sin embargo;
tal es el caso de El Salvador, que a más de sufrir una
guerra civil de proporciones totalizadoras tuvo también que
sufrir el proceso electoral más absurdo desarrollado en plena
contienda y con resultados tan pobres — por no decir
nulos — que no ha habido manera de pacificar las fuerzas
contendientes.
A esto se le llamaría la retórica para la invasión. Es decir,
una serie de fórmulas o de frases hechas que van sentando precedentes
y colocando supuestos con una técnica digna de mejores
propósitos, con una efi ciencia publicitaria pavorosa para
convencer al pueblo norteamericano a pagar sus impuestos
en benefi cio de una aventura sencillamente imperialista y por
ende divorciada de todo respeto por la verdad y por la justicia y
ajena a los mejores intereses de una nación tan poderosa como
los EE.UU., la cual por serlo tanto, no puede — sin pagar un
530