Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Carmen Quidiello de Bosch
ses tienen que derivar hacia ejercicios regulares y tareas militares,
ese pueblo –ante la prohibición que siguió a la derrota- lo
derivó hacia la productividad, y la producción fue acelerada en
recursos; y los recursos en investigación científica en el reto
— el frotamiento de la lámpara — necesario para producir las
respuestas geniales a cada uno de los problemas de la paz: conquistar
mercados y para ello lograr la productividad, supereficiente,
moderna, acelerada, competitiva, barata, etc. etc.
¿Cómo lograría esto? Aplicando en su industria la versión
moderna de la lámpara de Aladino: los robots.
El abaratamiento que la aplicación de los robots produce
en las mercancías japonesas permite que la competencia en el
mercado mundial gravite a favor del comercio japonés, y todo
ello establece un circuito de eficiencia en espiral siempre ascendente
que no admite punto de comparación con la de ningún
otro país.
Una política crediticia sabiamente aplicada hace que las
industrias de todo tipo puedan aspirar a adquirir sus respectivos
robots — sus respectivos genios — lo que a su vez hace
que esas industrias sean cada vez más eficientes y bajen sus
costos de producción. Los productos electrónicos, el moldeado
y la fabricación de plásticos, las industrias procesadoras
de metales, sobre todo, son sus beneficiarias principales. Pero
la industria automovilística es la que ha impuesto modalidades
más osadas. La capacidad de los robots japoneses para
sustituir a los hombres que servían las líneas de ensamblaje y
pintura de las fábricas de automóviles japoneses deja hoy libres
de esas tareas a muchos hombres que pasan a convertirse
en “especialistas” de otras tareas igualmente demandantes en
materia de salud. Además, esos robots no tienen necesidad
de licencias por enfermedad, ni honorarios de descanso, ni
otro tipo de compensaciones que encarecen la mano de obra
humana. No tienen que interrumpirse para la hora del café ni
cosas por el estilo.
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