Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Carmen Quidiello de Bosch
Unidas de los Estados Unidos, con su enorme prestigio dentro
y fuera de la comunidad norteamericana, reunido en cónclave
solemne permanentemente colocado en “estado de alerta” ha
sido suficiente para estigmatizar la falsedad de que el gobierno
sandinista representa un peligro para el gobierno y el pueblo
estadounidenses pese a que da fe constantemente de la masiva
cooperación del pueblo nicaragüense hacia el gobierno que lo
representa de manera honorable, con onda preocupación por
la educación, el empleo pleno de mano de obra y la salud, y que
cuenta con un respaldo popular tan contundente que constituye
de por sí — tomando en cuenta que ese pueblo tiene las
armas en las manos — un plebiscito permanentemente renovado
y aquiescente y que reafirma y confirma día a día, en todos
los campos de la actividad militar, política y social la razón de
ser de su “status quo”, sea el que sea, aunque no sea el gusto del
consumidor foráneo, llámese Facio o Fascio, que para el caso
es lo mismo.
Ni Contadora, ni ninguno de los mecanismos de alerta que
se han lanzado en el Continente han podido hasta ahora interferir
de manera concluyente en los preparativos de guerra que
amenazan al pueblo de Nicaragua.
Nada parece tener peso en los propósitos corrosivos de la
publicidad oficial que paga el contribuyente norteamericano.
Si tomamos en cuenta que en una sociedad altamente
sofisticada como la de los Estados Unidos de América la publicidad
está orientada hacia asegurar el éxito de cualquier
plan en términos factuales, debemos admitir que la publicidad
electoral que se le hace al candidato Ronald Reagan
mantiene en alto su imagen de agresor, de halcón lanzado
contra Nicaragua, sin haber dado en ningún momento señales
de duda o de tibieza… en tanto sigue adelante su campaña
reeleccionista.
Nada lo apartará, pues, de su propósito inicial que inclusive
usó la invasión de Granada como un balón de ensayo…
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