Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Anti- cuerpo contra la anti-cultura de las
novelas a distancia o tele-cualquier cosa e
inoculadas al cuerpo social…
a cualquier hora
S e ha hablado mucho de la libertad de pensamiento bajo pretexto
de las mentadas telenovelas. Mejor dicho, se ha hablado
de las telenovelas — con sus pros y contras — y se ha sacado a
relucir como argumento fi nal — incontrastable — como última
ratio, el asunto de la libertad de expresión en función de intereses
muy concretos más que en función de la libertad aludida, que todos
estamos en el deber de cuidar, cuando menos.
Se ha hablado — hasta en do de pecho — de la libertad de
pensamiento… ¿pero de quién o de quiénes? ¿De los guionistas
o de los dueños de estación?
Si los dueños de estaciones de televisión se sienten heridos
o limitados en su libertad de pensamiento — ¿serán suyos
los expresados en las telenovelas? — entonces ellos mismos
deberían de calzar con sus augustas y respetables fi rmas los
mamotretos (léase libretos de pacotilla) que suministran sin
mayores escrúpulos (o sin ninguno) a la masa anónima, que al
no encontrar un punto de comparación en otros mensajes más
creativos no está propiamente en capacidad de juzgar por falta
de elementos de contrastación. Eso en razón de la competencia
que desarrolla una misma programación, aunque con distintos
títulos, pero al mismo nivel: el nivel de embrutecimiento paulatino.
Las o los guionistas, una vez entregada su mercancía pasan
a ser tan anónimos como la masa a la que están destinadas sus
— pseudo — novelas. No tienen por tanto responsabilidad in-
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