Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Carmen Quidiello de Bosch
de como el que él ocupaba, y al comportarse de esa manera
reconocía a Cortés como un jefe poderoso porque había llegado
de países lejanos y había celebrado varios combates con
jefes indios que lo atacaron cuando hacía viaje desde la orilla
del mar hasta Tenochtitlán. En todos esos combates Cortés derrotó
a los indios, y eso significaba a juicio de Moctezuma que
Cortés, y los hombres blancos que avanzaban bajo su mando
hacia Tenochtitlán, tenían apoyo de los dioses y por tanto merecían
respeto y debía hacérseles un recibimiento honorable.
Pero sucedió que Cortés no había cumplido con las órdenes
que le había dado Diego de Velásquez cuando lo nombró jefe
de la expedición conquistadora de los territorios que quedaban
al oeste de Cuba, unos territorios ricos en oro y piedras preciosas
según le habían informado a Diego de Velásquez, razón por
la cual pensando que Cortés lo engañaba, Velásquez despachó
hacia el mismo lugar que Cortés había conquistado a otro jefe,
uno llamado Pánfilo de Narváez, de quien el historiador Bernal
Díaz del Castillo dijo que “hablaba muy entonado, medio de
bóveda”. Pánfilo de Narváez llevaba órdenes de hacer preso a
Hernán Cortés y devolverlo a Cuba, encargo que Cortés conoció
a tiempo porque él había dejado atrás cuando avanzaban
hacia Tenochtitlán, soldados de su confianza con el encargo de
que le hicieran saber cualquier novedad que pudiera ser de interés
para él, esto es, para el propio Cortés.
No puede haber duda de que Hernán Cortés, que en Azua
de Compostela había sido escribano, lo que equivalía a decir
notario, tenía las condiciones de un jefe guerrero pues para lograr
la conquista de Tenochtitlán se había aliado a jefes indígenas
enemigos de los aztecas, y Moctezuma era el gran rey
azteca, y cuando supo que Pánfilo de Narváez avanzaba sobre
Tenochtitlán con tropas españolas, se fue al palacio de Moctezuma
acompañado de sus hombres de confianza., hizo preso
al rey azteca, lo acusó de traidor y le puso una barra de grillos
en los pies y además lo encadenó y lo dejó en condición de
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