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Con o sin mayúscula
B ien. Resulta que la Ciencia (así con mayúscula) acaba de
probar una vez más lo que siempre fue evidente en más de
un sentido… esto es, la diferencia que hay entre el hombre y la
mujer, pero no sólo a nivel sexual, sino a nivel del cerebro, si
bien, strictu sensu, ambos serían iguales en cuanto a que tanto
los cerebros masculinos como los femeninos producen los procesos
mentales que son los que les confi eren a los seres humanos
su condición específi ca: la de ser capaces de pensar, o sea,
de ser seres pensantes.
No obstante ello a través de estudios y pruebas muy sofi sticadas
inventadas por el profesor danés Dr. Niels Lassen, que
incluye la utilización de gases radiactivos no letales para ser inhalados
y cámaras de rayos gamma para registrar la intensidad
de las emisiones procedentes de los dos hemisferios cerebrales
al tiempo que el sistema venoso de los individuos sometidos a
esas pruebas transporta a la altura de los niveles craneanos el
gas radiactivo, se ha hecho posible comprobar, gracias a novísimas
técnicas, que “la mayor o menor actividad en cada región
del cerebro puede ser observada — en directo — comparativamente
en hombres y mujeres, a través de un verdadero ideograma
cerebral que permitió establecer un relieve topográfi co
microscópico de las funciones de los dos hemisferios, en respuestas
a diversos estímulos intelectuales”.
Las conclusiones de las investigaciones al respecto indican
que mientras en el hombre cada hemisferio cerebral está plenamente
especializado, no ocurre lo mismo en los hemisferios de
la mujer. Así “el hemisferio derecho del hombre está especializado
en el tratamiento de las tareas globales, no verbales, y en la
orientación espacial, lo que le daría una estrategia cognoscitiva
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