Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Carmen Quidiello de Bosch
jetivación que es apropiado adorno de la literatura. Sin que por
esto piense que hay influencia en ella de don Juan (sus estilos son
casi polarmente distintos), comparte con él una reconfortante
economía literaria, que ella lleva a suaves y sugerentes extremos.
Sin traicionar su naturaleza revolucionaria, nos lleva, delicadamente,
desde la izquierda política a la derecha sensible (y
lo digo porque podría pensarse que no hay relación emotiva
entre los ideales sediciosos y un tierno corazón). Es… como
si estableciera que la verdad social, aparte de necesariamente
contundente, no necesita del feísmo para ser hirientemente
efectiva. Y es que la ternura inocente en la denuncia en ella la
hace aún más certera e irritante, en contraposición a los teóricos
fanáticos que sabe provocarnos reacción a lo grotesco, pero
no a la maldad que lo produce, y sobre todo, no nos impulsa y
ni siquiera nos induce a trabar en pro de la solución.
Y aún más, con frecuencia notable hace gala de un humor ingenioso;
“negro” si se quiere, pero, aunque diestro, nunca ofensivo.
Sumando, nos dice que las luchas sociales no tienen que ser
feas y mucho menos grotescas y que no necesita ser aburrida la
filosofía.
Silenciosa cultivadora del pensamiento profundo, por no
decir que es filósofo y mucho menos filósofa (¡me libre Dios!),
nos hace amigos de la especulación, con su gracia a la vez silvestre
y togada. Moviéndose por los vericuetos de estas páginas,
hasta los pedestres y recalcitrantes machorros podrían
caer en la cuenta de que no solamente no hace daño pensar, si
no que milagrosamente resulta refrescante y divertido.
Profundamente culta, sin alardes, que, por ejemplo (y esto
es sólo una muestra), confiesa un tanto avergonzada, haber ignorado
el uso beneficioso de la “energía nuclear“, y sin entrar
en lamentaciones infructuosas pasa a renglón seguido a un
despliegue hábil de su dote de maestra, educadora de las de
adentro, que siente más que placer, necesidad de compartir lo
aprendido, con urgencia y manifiesta satisfacción.
18