Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Carmen Quidiello de Bosch
o gastroenteritis, fiebre tifoidea, dengue, o cualquier otra cosa
siniestra de mantenerse o repetirse unas condiciones tan extremas
de precariedad higiénica en los servicios públicos que en
este preciso caso deberían involucrar incuestionablemente el
Ministerio encargado de la salud pública, y no exclusividad del
Cabildo. La ciudad capital no es sólo una zona política sometida
a manipulaciones tendenciosas de presupuesto. Es una zona
clave inserta dentro del territorio nacional cuyo bienestar y
limpieza compete a todos porque es la cabeza visible del país.
Una sociedad se pone a prueba en la medida que puede
garantizar el bienestar de sus componentes. Específicamente de
aquellos que son más débiles. Es este caso la amenaza mayor
— sobre todo — es para los niños. Y más aún para los niños de
los barrios menos favorecidos, por no decir desfavorecidos de
un todo.
¿Qué esperan las autoridades para hacer caso omiso de
planteamientos circunstanciales — haya o no haya huelgas — y
producir una solución de emergencia? ¿Es que vamos a esperar
que se instale definitivamente ese estado de emergencia entre la
población infantil en este principio de año que se avecina?
¿A qué invocar programas elaborados, altamente tecnificados,
altisonantes y tan ambiciosos como costosos, si no podemos
enfrentarnos sencillamente con la acumulación de la basura
en las calles y vertederos?
Estas pocas líneas pretenden ser, más que una simple opinión
expresada — eso sí, con alarma — un llamado, una convocatoria,
una cita a la opinión pública para que de alguna manera,
en alguna forma, la ciudadanía no solamente sea testigo
de excepción sino sujeto de excepción que exija una actitud
coherente a quienes están en capacidad y en el deber de tomar
iniciativas adecuadas con recursos de orden nacional — aunque
la emergencia ocurra en un municipio — con la prontitud
que corresponde en una situación tan grave como la que hemos
venido confrontando y aún confrontamos en gran medida, en
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