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Los protagonistas naturales del drama
y de la tragedia
Resumen de un Texto sobre
“Las semi-diosas que nunca hubo”
La mujer tiene fama trascendente de sí misma.
L os antiguos griegos concibieron una visión totalizante del
universo — una cosmogonía — que además de incluir a los
dioses y diosas del Olimpo, los llamados Inmortales, le dio fe
de vida a la mítica raza de los héroes — de los semi-dioses —
derivada de la debilidad de un dios por una simple mortal. De
ese dualismo trágico — precisamente por ser semi-dioses y a
la vez mortales — surge la circunstancia que los tipifi ca en forma
exaltada y que los hace sucumbir a su destino… El destino,
pues, justifi ca al héroe.
Para los antiguos griegos y para los hombres actuales y futuros
hace falta siempre una justifi cación.
La mujer, en cambio, tanto en el mundo de los griegos como
en el mundo actual, pareciera que no necesitaría justifi cación
alguna ni evidente ni encubierta que la vincule en forma heróica
a su mundo y a su tiempo. Tal parece que no necesita un
destino que la tipifi que y que la justifi que.
¿Por qué?
Porque su destino es ser ella misma. Sin dualismos trágicos.
Por eso nunca hubo semi-diosas. Y por eso nunca hubo que justifi
car en ellas talones más o menos vulnerables — como el del
héroe Aquiles — puesto que para compartir la debilidad de un
dios — en un momento dado — le bastaba con ser mujer sencillamente,
sin ocurrírsele a nadie — ni a ella misma siquiera —
justifi caciones heroícas más o menos inmortales o tipifi cantes.
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