Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Carmen Quidiello de Bosch
partir de nuestro propio esfuerzo por superarnos, ésas sí no serían
sintéticas porque serían de elaboración propia, real y sobre
todo, no conformistas con el que otros quieren hacernos creer
para que sus bolsillos se llenen todos los días y no a distancia.
Y si de consumo humano se trata, ¿cuál es la razón para que
los que expenden novelas televisadas se sientan pertenecer a un
mundo aparte, como si nada de los valores entendidos respecto
a un producto de consumo humano general que ellos venden
— óigase bien, venden — pueda escapar a todo control? Su
franquicia no periclita, no se cuestiona ni se discute. Por el hecho
de lanzar un producto por un medio altamente tecnificado
— la televisión — se creen pertenecer a una dimensión intocable,
inexpugnable.
Son ellos los intocables, los de los privilegios fijos, quienes
por haber hecho una mayor inversión — no de una pulpería
cualquiera — no tienen que someterse al cuestionamiento y
menos al control de calidad de aquel “chorizo mal embutido”
del que habíamos hablado. Su embotellado espacial y especial
— con celofán de libertad de expresión — los redime de todo
intento de control…
¡AHORA! *No. 884* 3 DE NOVIEMBRE DE 1980
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