Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Carmen Quidiello de Bosch
acerca de las relaciones entre la alta dirección del Frente Sandinista
de Liberación Nacional y la Iglesia Católica; y queremos
que el lector sepa qué nos contestó Monseñor Arias Caldera,
un sacerdote en activo, que dirige la Parroquia Ciudad Jardín,
de Managua, muy bien estimado por los católicos de su país.
Lo hacemos porque nos parece que el tema de la Teología de la
Liberación es muy importante en esta hora del mundo y sobre
todo de América, y que tratarlo es una manera de ofrecerles a
los lectores un servicio de interés general.
La primera pregunta hecha a Monseñor Arias Caldera fue
la de qué se entiende en Nicaragua cuando se habla de cristianismo
de base y qué papel juega ese tipo de cristianismo en el
proceso revolucionario nicaragüense; he aquí lo que él respondió:
— Entendemos que esta revolución fue llevada a cabo con
la participación masiva de todo el pueblo de Nicaragua, y siendo
Nicaragua, como lo es, un país de gente religiosa- y digo
religiosa dentro de la religión cristiana-, en medio de la guerra
llevaba viva su fe religiosa; y esa guerra cubrió la etapa de la
liberación, lo que vale decir de la eliminación de la gran fuerza
dictatorial que impedía todo avance, todo intento de transformar
el país, que estaba en manos de la dictadura somocista.
— En esa lucha de liberación — siguió diciendo Monseñor
Arias Caldera — tomó parte todo el pueblo, el pueblo de Dios,
sabiendo que lo que hacía al combatir al somocismo era avanzar
pasos indispensables para lograr una transformación social,
pero también una transformación política y una transformación
histórica de Nicaragua.
Al llegar a este punto Monseñor Arias Caldera enfatizó:
— Esa guerra de liberación fue muy sangrienta. Ella estuvo
abonada con sangre de cristianos, porque la inmensa mayoría
de los 50 mil muertos del pueblo eran cristianos de nuestras
parroquias, y por esa razón nosotros estamos obligados a colocar
en los calendarios de nuestras parroquias los nombres de
474