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Reloj de Sol
Nada más distorsionador ni aberrante.
Dejo para terminar, si no lo más perentorio a considerar,
sí lo más irritante desde el punto de vista femenino — y nos
extraña que cosas de esta índole no sean detectadas y objetadas
por los grupos feministas — ya que el anuncio es perfectamente
ofensivo porque coloca a la mujer demasiado evidentemente
— por tratarse de un anuncio — en una situación de sumisión
y de menosprecio (como una especie de commodity más), a
merced de un hombre que puede hacer de cada momento lo
que le da la gana sin más méritos que fumar, vestir bien y tener
una camarera de lujo que supla el fuego (el encendedor), pero
que en realidad encarna, el humo o el incienso de la “adoración”
que requiere este modelo machista por excelencia al final
de cada jornada o al final del camino que, en buena lógica, no
lo debería llevar a ninguna parte porque en el caso de que le
fallen tales commodities es obvio que no va a parte (como dice
el pueblo llano).
Rectifico: debería llevarlo sí, al más absoluto repudio de un
medio social y cultural cada vez más exigente de valores morales
y criterios sanos donde ni siquiera una supuesta superioridad
de clase podría fundarse en el simple goce (uso y abuso)
de los privilegios y donde la discriminación abierta de la mujer
va siendo cada vez más repudiable por ofensiva, injusta y repugnante.
Y puesto que se trata de una forma injustificada de agresión,
¿quiénes tienen la última palabra?
¿La Comisión de Espectáculos Públicos?
¡AHORA! *No. 977* 12 DE AGOSTO DE 1982
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