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Reloj de Sol
El gobierno norteamericano, que le había declarado la guerra
a España en Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898, mantuvo
sus fuerzas militares en Filipinas, país que fue declarado
Protectorado de Estados Unidos en 1935.
Estados Unidos pasó a ser un participante en la Segunda
Guerra Mundial cuando su Flota de Guerra fue atacada por
aviones japoneses el 7 de diciembre de 1941 en Pearl Harbor,
una bahía del Archipiélago de Hawai, y al generalizarse la guerra
entre norteamericanos y japoneses los últimos se apoderaron
de Filipinas, hecho que sucedió en el año 1942. Japón fue
derrotado en esa guerra y las fuerzas norteamericanas ocuparon
Filipinas de nuevo y se mantuvieron allí hasta el año 1945,
cuando el país de las siete mil islas quedó reconocido como Estado
independiente. El primer presidente de la nueva Filipinas
se llamaba Manuel Rojas, nombre que indica la poco conocida
vinculación de ese lejano país del Pacífico con los que en las
tierras de América hablan la lengua de Cervantes.
En los últimos 29 años Filipinas padeció una dictadura que
puede compartir con cualquiera de las que han sufrido los pueblos
latinoamericanos, incluyendo la de Rafael Leonidas Trujillo.
El dictador filipino era Ferdinand R. Marcos de quien se
dice que había sacado de su país para depositarlos en bancos de
Europa y de Estados Unidos una cantidad fabulosa de millones
de dólares, superior a la que han sustraído los más conocidos
dictadores de América Latina. De la señora de Ferdinand R.
Marcos, Imelda, que se constituyó en un personaje político internacional,
se afirma que en el palacio presidencial de Manila,
la capital de su país, tenía para su uso personal nada menos que
6,000 pares de zapatos, cifra difícil de asimilar como probable
porque deja la impresión de que ese palacio era una zapatería y
no el asiento de los poderes de un Estado.
Ferdinand R. Marcos, Imelda y un grupo de sus colaboradores
más cercanos huyeron de Manila el 25 de febrero y 16
días después se llevaba a cabo en España un Referéndum para
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