Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Un jalón hacia una estrategia internacional
para el desarrollo: la batalla contra e
hambre
E l hambre como experiencia personal (impuesta) es denigrante;
como experiencia colectiva repetida es infamante.
El hambre como consecuencia de calamidades ambientales
de cualquier tipo es una catástrofe por sí misma. Como imposición
de un desequilibrio social convertido en sistema es un
crimen de lesa humanidad.
Pero el hambre no es una causa… es un efecto. Es la consecuencia
de siglos de desamparo y de explotación como en el
caso de la India. De la ignorancia y de los males acumulados
por el colonialismo que quiebra las tradiciones seculares de los
pueblos asentados en un territorio y lo convierten en nómadas.
Después de quedar convertidos en nómadas, esos pueblos, lejos
de benefi ciarse de su propia cultura, la violentan o la ignoran
por imposición externa. Y así como las poblaciones resultan
explotadas y desvastadas, también la ecología del área que debe
sustentarlos resulta arrasada y violentada. La combinación de
ambas calamidades ha producido el ensanchamiento progresivo
— y la profundización — de las zonas desérticas en varias
regiones del África.
El hambre endémica que padecen las poblaciones indigentes
de los pueblos latinoamericanos no es sino la manifestación
(la expresión) de lo que las guerras libertadoras no contemplaron
— al momento de alcanzar la libertad política — como
necesidad prioritaria: darles a los pueblos la oportunidad de
valerse por sí mismos a través de la enseñanza, de la alfabetización
como el instrumento más seguro para su auténtica libe-
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