Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

Carmen Quidiello de Bosch
vez cumplido el itinerario de pasar dos veces el Atlántico en
direcciones opuestas en un tiempo récord de cinco días, se ha
convertido en un reverente respeto a la quinta dimensión, porque
la cuarta — la que acabo de relatar — todavía no la he podido
asimilar del todo. Quienes hayan tenido una experiencia
similar tal vez comprendan los azares aquí descritos que no son
computables más que por un metabolismo vuelto críticamente
dos veces al revés con la bagatela de un Atlántico de por medio
cada vez.
Desde un “relativismo espacial” recién estrenado, y a falta
de otro mejor, pongo al Sol por testigo. (Confidencialmente,
en este punto y hora — que ignoro — me es completamente
indiferente el curso que el astro Rey siga. Ni siquiera me he
molestado en reacomodar el horario de mi modesto Seiko: el
metabolismo me exige de todos modos una siesta, no importa
si ésta aquí será antes o post meridiano). Se me cierran los ojos.
Punto.
¡AHORA! *No. 925* 17 DE AGOSTO DE 1981
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