Reloj de Sol.pdf - Banco de Reservas

No todos estamos programados
“El don de la fantasía ha signifi cado más para mí que mis
otras capacidades para absorber los conocimientos positivos”.
Albert Einstein
S i uno se asoma a ciertas vidas con interés halla que son la
imagen realizada de una programación cuidadosa ya de alguna
manera en el acto mismo del nacimiento: desde tener una
alta normalidad en todo, incluyendo la salud, temperamento,
disposición para lograr sus metas, capacidades, etc. etc., hasta
la perseverancia llevada a las últimas consecuencias… Son vidas
arquitecturadas, por decirlo de alguna manera. Y son por lo
mismo excepcionales entre las excepcionales.
Hay vidas cuyos bocetos, por el contrario, parecieran difíciles
de defi nir y por lo mismo difíciles de darles un contenido
(de realizarse). Las primeras aparecen desde el principio
como si se plantearan una meta desde muy temprano, tal como
si estuvieran verdaderamente programadas gracias a procesos
genéticos sutiles o ambientales o por la combinación óptima
de ambas. Las segundas pareciera que deben encontrar, esto es,
hallar su propio patrón, su propio diseño, su modelo no heredado
al recibir evidencia desde el inicio; de una programación
a priori (llámese vocación o talentos relevantes evidentes) que
las encauce, sino que su desarrollo deberá producirse por la vía
de la auto-conformación, de la auto-confrontación, de la autorefl
exión, del conocimiento propio, de la propia orientación,
aunque esto implique muchas vacilaciones, muchas dudas y no
pocas pruebas de errores y aciertos.
Aquellas vidas que hemos dado en llamar aquí “programadas”,
para usar un término actualizado, se realizan aparente-
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