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Memoria Tomo 1 - fundacionecoan.org

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Simulador de precipitación horizontal Mario Díaz-Granados et al<br />

pocas mediciones de órdenes de magnitud de la precipitación horizontal en páramos, pero<br />

se han estimado valores de 18 % de la precipitación total, mediante mediciones con colectores<br />

de niebla en un páramo a 3.500 msnm en Costa Rica (Dorenwend 1979, citado por<br />

Bruijnzeel & Proctor 1993) y en El Zumbador, Colombia, a 3.100 msnm (Cavelier &<br />

Goldstein 1989). Se piensa que esta magnitud puede ser mayor si se considera que la vegetación<br />

de páramo ha desarrollado características fisiológicas para adaptarse a las condiciones<br />

climáticas extremas y para captar agua de este modo. También se ha logrado establecer<br />

que la precipitación horizontal aumenta cuando disminuye la precipitación y que de esta<br />

forma constituye un verdadero balance hídrico cuando la precipitación vertical escasea<br />

(Cavelier & Goldstein 1989). También el rocío puede ser importante en el balance hídrico<br />

por las grandes diferencias de temperatura entre día y noche (Hofstede 1997).<br />

Unsworth & Crossley (1987) dan una buena definición del proceso de la precipitación<br />

horizontal. Existen zonas de la superficie terrestre que son sometidas constantemente al<br />

contacto con nubes o neblinas que se forman orográficamente. En este proceso, una masa<br />

de aire con un contenido de humedad absoluta dado, es empujada ladera arriba sobre las<br />

montañas; en la medida en que éstas suben, la temperatura y la presión atmosférica disminuyen;<br />

llega un momento en que se alcanza el punto de saturación, es decir que la presión<br />

atmosférica ha disminuido hasta igualar la presión de vapor del agua; en este momento el<br />

agua presente en la nube en forma gaseosa se condensa formando pequeñas gotas que son<br />

arrastradas por el viento. Así, estas nubes están compuestas por pequeñas gotas de agua<br />

cuyos tamaños varían entre 1 y 60 micrómetros. Las nubes que no están en contacto con la<br />

superficie terrestre, por lo general están sobresaturadas, con una humedad relativa entre 0,1<br />

% y 1 % por encima de la de saturación (100 %). Las nubes que se encuentran en contacto<br />

con el suelo, especialmente las delgadas, dejan pasar pequeñas cantidades de radiación solar,<br />

permitiendo que el suelo se caliente y a su vez las caliente a ellas; por lo tanto en estas nubes<br />

la humedad relativa cerca al suelo puede ser menor al 100 %. Las masas de aire empujadas<br />

por el viento pueden intercambiar agua con la superficie mediante varios mecanismos. Las<br />

gotas presentes en estas nubes son empujadas por el viento sobre la vegetación que, por<br />

impacto, las intercepta y aglomera en gotas más grandes que luego pueden ser absorbidas<br />

por la misma, escurrir por las plantas o caer al suelo. (Bruijnzeel & Proctor 1993, Kerfoot<br />

1969, Antón 1988, Cavelier & Goldstein 1989, Harr 1982, Juvik & Nullet 1993, Schemenauer<br />

& Cereceda 1994, Vogelmann 1973, Weaver et al. 1973, Zadroga 1981). Mediante otro<br />

mecanismo, las gotas pueden ser sedimentadas por efecto de la gravedad. Por otro lado, el<br />

vapor de agua puede condensarse al entrar en contacto con una superficie si su temperatura<br />

está por debajo de la temperatura de rocío del agua. El agua líquida presente en una superficie<br />

también puede evaporarse al tiempo que el agua de las nubes se deposita sobre ella.<br />

Unsworth y Crossley citan a varios autores para referirse a los detalles del proceso en que el<br />

agua líquida de las nubes se deposita por impacto.<br />

Dado que la precipitación horizontal tiene un potencial considerable para aportar agua a<br />

regiones secas empleando colectores artificiales diseñados para captar agua por este medio,<br />

se han hecho estudios para cuantificar estos aportes. Cereceda et al. (1993) y<br />

Schemenauer & Cereceda (1993) han determinado que empleando colectores artificiales<br />

de agua de nubes se podrían generar algo más de 100 litros diarios de agua durante los<br />

períodos de neblina, en una población costera 30 km en el desierto al norte de Lima,<br />

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