Jahrgang 1 / 2011 - Rosa-Luxemburg-Stiftung

pues eran insuficientes los referentes propios para describir los lugares que
hallaban. El cronista, responsable de este relato, debía emprender el trabajo
de nominalización del Nuevo Mundo. ¿Cuánto de »fábula«, es decir, cuánto
de tergiversaciones nominales, de silencios intencionales, de trastornos
semánticos y de reformulaciones ficcionales contienen los primeros documentos
elaborados en los inicios de la literatura latinoamericana? Tzvetan
Todorov, lingüista y teórico literario que posee una producción extensa de
estudios sobre historia del pensamiento y análisis cultural, ha escrito un libro
que responde a esta ininteligible nominalización del Nuevo Mundo, titulado
La conquista de America. El problema del otro 18 . Este interesante estudio explica
el descubrimiento que el Yo hace del otro y describe el encuentro de los habitantes
del Nuevo Mundo con los foráneos españoles, reconociéndose distintos,
reconociéndose en el rol del »otro«. Aunque este libro se centra en la discusión
del Yo como individuo, permite reflexionar sobre la fábula, el relato
ficticio y los puentes que se construyen hacia los primeros registros documentales
de América, como lo son las Crónicas de Indias.
El político como fabulador
Los artificios del discurso político en los inicios de la literatura
latinoamericana
Se define artífice como la persona que ejercita su habilidad para alcanzar un
objetivo. El artífice posee dones para imaginar, planificar, construir y ejecutar
grandes proyectos o bien para revertirlos. Las acciones que ejecuta »el inventor«
o »el artifice«, son denominadas artificios, elucubraciones que con ingenio
se imponen. El artífice o inventor surge ante circunstancias de extrema
dificultad, ante carencias de arquetipos o ante un inefable hallazgo. En los
inicios de la invasión y ocupación española del Nuevo Mundo, escribanos,
notarios y cronistas elaboraron discursos que se ubicaban entre el mito y la
historia. En base a estos documentos se organizó desde la península española
un régimen colonial con los datos de los cronistas informantes. El descubrimiento
de América originó la toma de decisiones políticas sobre un
referente que no se conocía. Esta situación llevó a varios cronistas a elaborar
verdaderas historias sobre el mundo hallado, crónicas en las que muchos de
ellos fabularon en torno a nuevas y mejores naciones, con una permanente
vocación utópica. Los discursos que estos artífices construyeron se ubican en
los intersticios de la ficción literaria y la fábula política. Los cronistas que
describían el Nuevo Mundo impulsaban con sus relatos la búsqueda del
Paraíso o la realización de la ejemplar nación platónica. El estudio de Juan
18 Tzvetan Todorov: La conquista de América. El problema del otro, México 1984.
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