07.05.2013 Views

servicio militar: un problema de identidades - Universidad ...

servicio militar: un problema de identidades - Universidad ...

servicio militar: un problema de identidades - Universidad ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Entre ellos <strong>de</strong>stacaría a mi amigo Piosa, <strong>un</strong> “joven viejo” natural <strong>de</strong> Valencia que disfrutaba<br />

como nadie <strong>de</strong> los más pequeños y sutiles placeres que se podía permitir en cualquier<br />

momento. Parecía disfrutar <strong>de</strong> <strong>un</strong>a especial in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong> <strong>un</strong>a libertad sentida por él<br />

cómo absoluta, -o al menos así lo veía yo-. Su filosofía <strong>de</strong> la vida en la aca<strong>de</strong>mia parecía<br />

estar amparada en el principio <strong>de</strong> la suficiencia, en ningún caso conf<strong>un</strong>dible con el<br />

conformismo, y esé creo que era su secreto para alcanzar <strong>un</strong>a felicidad en cualquier momento<br />

y lugar, pues sus esfuerzos iban encaminados sólo a consi<strong>de</strong>rar lo que él suponía suficiente, y<br />

no hacía lo que los <strong>de</strong>más le intentaban marcar. Para mí se presentaba inmutable y paciente,<br />

rasgos ambos <strong>de</strong> gran ayuda en nuestras circ<strong>un</strong>stancias. Por otro lado estaba Pol, <strong>un</strong> asturiano<br />

amante <strong>de</strong> los placeres <strong>de</strong> la vida, irónico pero comprometido con sus principios e i<strong>de</strong>ales,<br />

alegre e in<strong>de</strong>pendiente y enamorado <strong>de</strong> la cantante María Jiménez, a la que nos obligaba a<br />

escuchar en más <strong>de</strong> <strong>un</strong>a ocasión.<br />

Estos comentarios sobre los dos personajes, para mí emblemáticos en aquella época,<br />

encierran <strong>un</strong> claro cariz <strong>de</strong> subjetividad por mi parte, pero los refiero como muestra <strong>de</strong> que no<br />

todos vivíamos ni sentíamos <strong>de</strong> la misma forma el m<strong>un</strong>do en el que estábamos inmersos, a<br />

pesar <strong>de</strong> que las activida<strong>de</strong>s y principios que todo lo regían eran similares. Reconozco, no<br />

obstante, que mi visión <strong>de</strong> tales personajes en aquel momento podía respon<strong>de</strong>r a <strong>un</strong>a<br />

necesidad <strong>de</strong> idolatrar a alguien, <strong>de</strong> buscar mo<strong>de</strong>los que me permitiesen, -ya que yo no era<br />

capaz por mí mismo-, escapar a través <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>l sistema al que me veía sometido, y que tan<br />

dócilmente aceptaba. Estos compañeros simbolizaban <strong>un</strong>a rebeldía <strong>de</strong>seada, <strong>un</strong> <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />

insumisión latente. Pero en el fondo, y visto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la distancia se me manifiestan tan dóciles<br />

y sumisos como los <strong>de</strong>más, únicamente recurrían a otros mecanismos personales que les<br />

otorgaban su mayor experiencia y madurez. En cualquier caso, el sistema siempre ganaba la<br />

última batalla y ellos, como todos los <strong>de</strong>más, acataban las or<strong>de</strong>nes y reproducían a la<br />

perfección los mo<strong>de</strong>los y conductas establecidos por la norma y por el mando.<br />

En aquel m<strong>un</strong>do lo que <strong>de</strong>stacaba era el absoluto control y la actividad incesante, que<br />

resultaba asfixiante; no había tiempo en ningún momento para ser <strong>un</strong>o mismo, para pensar en<br />

nada que no fuera el próximo examen o ejercicio. Vivíamos obsesionados por la posibilidad<br />

<strong>de</strong> ser sancionados, por lo que nuestra atención se enfocaba a evitarlo. En cuanto a las<br />

activida<strong>de</strong>s normales, lógicamente existía la concentración requerida para el estudio <strong>de</strong> las<br />

materias, pero el resto <strong>de</strong> nuestra vida estaba dirigida hacía la acción. La realidad se nos<br />

presentaba cómo si el acto <strong>de</strong> pensar estuviese relegado únicamente a aquellos que nos<br />

dirigían y mandaban. Esta filosofía estaba reforzada por los típicos dichos; no pienses que la<br />

cagas, o a ti no te pagan para pesar, etcétera, que veríamos permanentemente reproducidos a<br />

lo largo <strong>de</strong> nuestra vida <strong>militar</strong>, y <strong>de</strong> los que, en algún caso, haríamos uso cuando nos<br />

-24-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!