20.09.2017 Views

La vida desnuda - Luigi Pirandello

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

lado y picada por el otro al verse apartada, le preguntara finalmente:<br />

—¿Y yo?<br />

Un vez llegada la pregunta, Cocò le había contestado con un largo suspiro:<br />

—¡Eh, para ti, mi Didì, el asunto es mucho, pero mucho más difícil! No estás sola.<br />

Didì había fruncido el ceño.<br />

—¿Qué quieres decir?<br />

—Quiero decir… quiero decir que hay otras mujeres alrededor del marqués. ¡Y<br />

especialmente una!<br />

Con un gesto muy expresivo Cocò le había dejado imaginar una belleza<br />

extraordinaria.<br />

—Es viuda, ¿sabes? Alrededor de los treinta. Prima de Andrea, además…<br />

Y, con los ojos entornados, se había besado las puntas de los dedos.<br />

Didì había tenido un arrebato de desprecio.<br />

—¡Que se quede con él!<br />

Pero enseguida Cocò le dijo:<br />

—¡Como si fuera tan fácil! Te parece que el marqués Andrea… (¡Bonito nombre,<br />

Andrea! Oye lo bien que suena: el marqués Andrea… Pero en confianza podrías llamarlo<br />

Nenè, como lo llama Agata, es decir Titina, su hermana). Nenè es un hombre de verdad,<br />

¿sabes? Te baste con saber que ha tenido la… cómo se llama… la firmeza de permanecer<br />

veinte años encerrado en su casa. Veinte años, ¿entiendes?: no es broma… desde que todo<br />

su patrimonio cayó bajo la administración judicial. ¡Imagínate, mi Didì, cómo le ha<br />

crecido el pelo en estos veinte años! Pero se lo cortará. Puedes estar segura de ello. Cada<br />

mañana sale, solitario, al alba… ¿Te gusta? Solitario y envuelto en una capa, para un<br />

largo paseo hasta la montaña. A caballo, ¿sabes? <strong>La</strong> yegua es más bien anciana, blanca,<br />

pero él cabalga divinamente. Sí, divinamente, como la hermana Titina toca divinamente<br />

el piano. Y piensa, oh, piensa que de joven, hasta los veinticinco años —es decir, hasta<br />

que no lo llamaron de vuelta a Zùnica, por el desastre financiero— él vivió intensamente,<br />

¡y qué <strong>vida</strong>, querida mía! En Roma, en Florencia; recorrió el mundo; fue a París, a<br />

Londres… Parece que de joven amó a esa prima de la que te he hablado, que se llama<br />

Fana Lopes. Creo que estaban comprometidos. Pero, al llegar la ruina, ella no quiso saber<br />

más de él y se casó con otro. Ahora que él vuelve a su estado inicial… ¿Entiendes? Pero<br />

es más fácil que el marqués, para desairarla, se case con otra prima, una solterona, una tal<br />

Tuzza <strong>La</strong> Dia que, creo, siempre lo ha deseado en secreto, suplicándole a Dios que se<br />

enamorara de ella. Considerados los humores del marqués y su largo pelo, después de<br />

estos veinte años de clausura, incluso esta tía es temible, querida Didì. Basta —había<br />

concluido Cocò la noche anterior—, ahora agáchate Didì y sostén con las puntas de los<br />

dedos el borde de tu vestido sobre las piernas.<br />

Aturdida por aquel largo discurso, Didì se había agachado, preguntando:<br />

—¿Por qué?<br />

Y Cocò:<br />

—Me despido de ellas. ¡No volveré a verlas!<br />

<strong>La</strong>s había mirado saludándolas con ambas manos; luego, suspirando, había añadido:<br />

—¡Rorò! ¿Te acuerdas de tu amiguita Rorò Campi? ¿Te acuerdas que también me<br />

430

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!