Redes Modalidad 1.pdf - RUA - Universidad de Alicante

del profesor M. Cebrián (2004) teletutorías. Servirán básicamente para dar información
rápida y de forma automática (cuando se concreta el tiempo-horario de presencia del
docente) sobre cuestiones del programa, de las tareas, de los criterios de evaluación, de los
contenidos, etc. o incluso para revisar la guía de trabajo del alumno/a a propuesta de este.
Con este recurso podemos solventar, en una parte, el problema de tiempo que
tenemos para un seguimiento individual del aprendizaje del alumnado.
El recurso nos permite:
a.- Crear autoevaluaciones de los alumnos de problemas tipo que por falta de tiempo sería
imposible de abordar en clase presencial.
b.- Materiales estructurados con distintos niveles de dificultad para un seguimiento
individualizado por los estudiantes.
c.- Creación de ejercicios y de materiales que ofrecen simuladores, animaciones,
explicaciones... de modelos, conceptos, prácticas, etc. que ejemplifican con mucha mayor
claridad y de forma repetida (cuantas veces desee el usuario). Además de poder autoevaluar
la comprensión de los mismos.
d.- Para prácticas: economizar recursos, para multiplicar el tiempo de prácticas por
estudiante cuando hay un gran número de matrícula, para disponer de los resultados
rápidos, para guardar los resultados y comprobar sus aciertos o errores, etc.
Tal y como indicábamos anteriormente, tomamos como punto de referencia el
aprendizaje autodirigido por lo que, en la medida de lo posible, proponemos la confección
de un material que en su base siga la propuesta de Skinner, en el sentido de que el alumno/a
tendrá varias alternativas, la elección de una u otra le llevará por un camino u otro, pero que
en definitiva busca la consecución de un única meta, la adquisición adecuada del
conocimiento y por ende de los objetivos y competencias propuestos.
En buena parte cubre nuestra necesidad de presentar una enseñanza programada a
partir del alumnado, en concreto, un programa informático. Se trata del Hotpotatoes, que
permite al alumno, la autoevaluación de su conocimiento, siguiendo su ritmo de
aprendizaje.
Para nosotros resulta beneficioso no sólo por la evaluación que puede hacer el
alumnado y ver su progreso sino también en cuanto que el programa permite, dependiendo
de la opción que ha escogido el alumno/a como respuesta ante las diferentes alternativas
presentadas (a, b, c, d, e), dar sugerencias si es la correcta para que continúe avanzando, y
si la que ha señalado corresponde con las sugerencias no correctas para que mejore,
indicándole, incluso, las razones por las que no es correcta la alternativa escogida (cuando
sea una alternativa similar a otra pero con diferencia significativa para su exclusión) y el
lugar en que está el fallo.
Se pueden presentar las cuestiones con diferentes estructuras y formato. Como una
cuestión simple con diferentes alternativas, como una descripción práctica, etc., lo que
facilita al alumnado la preparación para la prueba objetiva que deberá realizar al final del
curso.
Es cierto que la evaluación es un tema que preocupa a nuestro alumnado y al mismo
tiempo lo motiva para realizar este tipo de actividades que van dirigidas de forma más
explícita para poder realizar la prueba objetiva final con más tranquilidad.
Del tema específico de la evaluación nos ocupamos en el apartado 2.2.8., aquí
únicamente adelantar que el alumno/a deberá superar una prueba escrita al final del curso.
En dicha prueba escrita se le propondrán, sobre todo, cuestiones aplicadas respecto a los
contenidos teóricos estudiados. De manera que los ejercicios de autoevaluación que se