Redes Modalidad 1.pdf - RUA - Universidad de Alicante

Este último apartado lo hemos dedicado a realizar una autoevaluación de nuestra
propuesta. Para hacer el análisis vamos a seguir el mismo orden que se ha seguido en la
presentación de cada uno de los apartados. De esta manera es más sencillo entender las
conclusiones que extraemos de cada uno de los diferentes apartados trabajados.
Partimos de un objetivo concreto que nos habíamos propuesto al inicio del proceso,
la adaptación de la asignatura Psicología de la educación y del desarrollo en edad escolar al
sistema de créditos de trasferencia europea (ECTS).
Se trata, pues, de optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje en el ámbito
universitario que asegure una mejora de la calidad de la enseñanza y de la calidad del
aprendizaje de nuestro alumnado.
Hemos analizado el perfil formativo-profesional del Maestro (titulación a la que
pertenece nuestra asignatura) en el que se incluye las funciones y competencias que éste
debe poseer al finalizar la diplomatura. A partir de este análisis hemos contextualizado
nuestra asignatura, indicando la relación que tiene con otras de la titulación, así como las
aportaciones que hace a la misma.
Es una asignatura, que desde nuestro punto de vista, sirve de base, a partir de la cual
el docente podrá entender las conductas de sus alumnos en situaciones de aprendizaje e
incidir, en la medida de lo posible, sobre ellas.
Con todo ello, tomando como referencia el Plan de estudios de Magisterio del 2000,
hemos elaborado nuestra propuesta de guía docente.
El análisis del perfil de la asignatura nos ha permitido concretar los objetivos
generales que consideramos que el alumnado deberá, en buena parte, dominar al final de la
misma.
Ahora bien, algunos de los objetivos por su propias características son objetivos a
conseguir durante, al menos en buena parte, a lo largo de la formación en la diplomatura.
Se trata, sobre todo, de los objetivos actitudinales. Si bien es cierto que en este primer curso
se insistirá mucho en ellos, también es cierto que su interiorización necesita de mayor
tiempo de maduración que permita al alumnado llegar a asumirlos como parte
imprescindible, como mínimo de su ejercicio profesional.
En el apartado Objetivos y Competencias (2.2.3.) ya nos hemos detenido en explicar
las razones por las que se han seleccionado estos nueve objetivos generales, razones que en
buena parte están directamente relacionadas con las funciones que deberá desempeñar el
docente. De manera que aquí únicamente destacamos algunas de las consideraciones más
relevantes.
Conviene recordar, que si bien los objetivos generales serían los mismos para cada
uno de los grupos de especialidad, es necesario dibujar unos objetivos específicos que
remarquen la especialización en cada grupo. Estos objetivos específicos irían más en la
línea de la forma de tratar algunos de los temas, el hincapié que se da por ejemplo, a la
relación que se establecer entre el docente de infantil y un alumno de infantil, el tiempo que
se puede trabajar con ellos, el tipo de actividades y el enfoque que se les da cuando trabajan
con alumnos de infantil.
Los objetivos destacados se pueden encuadrar por su tipología en objetivos
conceptuales, procedimentales y actitudinales. De cada uno de esos objetivos generales
hemos analizado las competencias que deberá desarrollar el alumnado para llegar a
asumirlos.
Las competencias que hemos destacado se clasifican en competencias
instrumentales, interpersonales y actitudinales. Ahora bien, nos ha resultado del todo