30.03.2024 Aufrufe

Diseño de libro Madame Bovary, portada, ilustraciones e interiores.

Erfolgreiche ePaper selbst erstellen

Machen Sie aus Ihren PDF Publikationen ein blätterbares Flipbook mit unserer einzigartigen Google optimierten e-Paper Software.

Madame Bovary

del vizconde, que Carlos había recogido hacía tiempo

en la carretera y que Emma conservaba. Sin embargo,

estos regalos le humillaban. Rechazó varios;

ella insistió, y Rodolfo acabó obedeciendo, encontrándola

tiránica y muy dominante.

Además, Emma tenía ideas extravagantes.

—Cuando den las doce de la noche —decía

ella—, pensarás en mí.

Y si él confesaba que no había pensado, había

una serie de reproches, que terminaba siempre por

la eterna pregunta.

—¿Me quieres?

—¡Claro que sí, te quiero! —le respondía él.

—¿Mucho?

—¡Desde luego!

—¿No has tenido otros amores, eh?

—¿Crees que me has cogido virgen? —exclamaba

él riendo.

Emma lloraba, y él se esforzaba por consolarla

adornando con retruécanos sus protestas amorosas.

—¡Oh!, ¡es que te quiero! —replicaba ella—,

te quiero tanto que no puedo pasar sin ti, ¿lo sabes

bien? A veces tengo ganas de volver a verte y todas

las cóleras del amor me desgarran. Me pregunto:

¿Dónde está? ¿Acaso está hablando con otras mujeres?

Ellas le sonríen, él se acerca. ¡Oh, no!, ¿verdad

que ninguna te gusta? Las hay más bonitas; ¡pero

yo sé amar mejor! ¡Soy tu esclava y tu concubina!

¡Tú eres mi rey, mi ídolo! ¡Eres bueno! ¡Eres guapo!

¡Eres inteligente! ¡Eres fuerte!

Tantas veces le había oído decir estas cosas,

que no tenían ninguna novedad para él.

Emma se parecía a todas las amantes; y el

encanto de la novedad, cayendo poco a poco como

326

Hurra! Ihre Datei wurde hochgeladen und ist bereit für die Veröffentlichung.

Erfolgreich gespeichert!

Leider ist etwas schief gelaufen!