30.03.2024 Aufrufe

Diseño de libro Madame Bovary, portada, ilustraciones e interiores.

Sie wollen auch ein ePaper? Erhöhen Sie die Reichweite Ihrer Titel.

YUMPU macht aus Druck-PDFs automatisch weboptimierte ePaper, die Google liebt.

Capítulo XII

y los relinchos de los mulos se confundían con el

murmullo de las guitarras y el ruido de las fuentes,

cuyo vapor ascendente refrescaba pilas de frutas,

dispuestas en pirámide al pie de las estatuas pálidas,

que sonreían bajo los surtidores de agua. Y

después, una tarde, llegaban a un pueblo de pescadores,

donde se secaban al aire redes oscuras tendidas

a lo largo del acantilado y de las chabolas.

Allí es donde se quedarían a vivir; habitarían una

casa baja, de tejado plano, a la sombra de una palmera,

en el fondo de un golfo, a orilla del mar. Se

pasearían en góndola, se columpiarían en hamaca;

y su existencia sería fácil y holgada como sus

vestidos de seda, toda cálida y estrellada como las

noches suaves que contemplarían. En este tiempo,

en la inmensidad de este porvenir que ella se hacía

representar, nada de particular surgía; los días,

todos magníficos, se parecían como olas; y aquello

se columpiaba en el horizonte, infinito, armonioso,

azulado e inundado de sol.

Pero la niña empezaba a toser en la cuna, o

bien Bovary roncaba más fuerte, y Emma no conciliaba

el sueño hasta la madrugada, cuando el alba

blanqueaba las baldosas y ya el pequeño Justino,

en la plaza, abría los postigos de la farmacia.

Emma había llamado al señor Lheureux y le

había dicho:

—Necesitaría un abrigo, un gran abrigo, de

cuello largo, forrado.

—¿Se va de viaje? — le preguntó él.

—¡No!, pero... no importa, ¿cuento con usted,

verdad?, ¡y rápidamente!

El asintió.

—Necesitaría, además —replicó ella—, un

arca..., no demasiado pesada, cómoda.

333

Hurra! Ihre Datei wurde hochgeladen und ist bereit für die Veröffentlichung.

Erfolgreich gespeichert!

Leider ist etwas schief gelaufen!