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Aquelarre: Juego de rol demoníaco medieval<br />
—pertenezca a la religión que pertenezca— y “receptor”<br />
a la persona o criatura que vaya a recibirlo.<br />
I. Puntos de Fe<br />
Antes de comenzar el proceso de lanzamiento de un ritual<br />
de fe, el sacerdote debe comprobar si cuenta con los suficientes<br />
Puntos de Fe para llevarlo a cabo. Los rituales de fe exigen<br />
un determinado grado de pureza para utilizarlos, y eso se<br />
mide por la cantidad de Puntos de Fe con que cuente el sacerdote:<br />
cuanto mayor sea el ordo del ritual, mayor será la cantidad<br />
de Puntos de Fe que debe poseer el sacerdote antes de<br />
iniciar la ceremonia, tal y como se muestra en la tabla inferior.<br />
Recuerda además que los Puntos de Fe pueden verse reducidos<br />
si el sacerdote no lleva una vida acorde a los preceptos de<br />
su religión (véase ‟Pecados y Penitencias”, pág. 264).<br />
Tabla de Puntos de Fe<br />
Ordo de los Rituales Puntos de Fe Requeridos<br />
Primus Ordo 10<br />
Secundus Ordo 13<br />
Tertius Ordo 15<br />
Quartus Ordo 18<br />
Quintus Ordo 20<br />
Sextus Ordo 20<br />
De esta forma, un sacerdote que desee utilizar, por ejemplo,<br />
un ritual de tertius ordo debe contar con la nada despreciable<br />
cantidad de 15 PF; en el caso de que tenga menos Puntos de<br />
Fe, no podrá realizar el ritual, ya que su fe no es lo bastante<br />
sólida como para invocar la Gracia Divina. Además, algunos<br />
rituales de fe exigen que el sacerdote se encuentre en estado<br />
de gracia, lo que quiere decir que, además de disponer de los<br />
suficientes PF para efectuar el ritual, el sacerdote debe tenerlos<br />
al máximo, sin haber perdido ninguno por algún pecado cometido.<br />
Explicaremos más detalladamente el término “estado<br />
de gracia” en la sección ‟Pecados y Penitencias” (pág. 264).<br />
Exemplum: Para intentar obtener alguna información fiable sobre la<br />
guarida en la que se oculta la pérfida Carmela de Rodrigo, sor Recareda<br />
decide recurrir al ritual de Revelación. Se trata de un ritual de<br />
secundus ordo, por lo que sólo requiere 13 PF: como sor Recareda posee<br />
15, no le supone ningún problema.<br />
II. Ceremonia<br />
Una vez que el sacerdote comprueba que cuenta con los suficientes<br />
Puntos de Fe como para realizar el ritual, deberá iniciar<br />
la ceremonia de dicho ritual, utilizando cuando sea posible la<br />
que corresponda a su religión. Como ya dijimos anteriormente,<br />
el tiempo exacto que se requiere para llevar a cabo una<br />
ceremonia se fundamenta tanto en el tiempo base que se indique<br />
en la descripción del ritual como en las posibles modificaciones<br />
que aplique el Director de Juego a ese tiempo,<br />
basándose en las condiciones que rodeen al sacerdote durante<br />
su ejecución. No será lo mismo, por tanto, celebrar un matrimonio<br />
entre dos jóvenes fogosos que están deseando terminar<br />
para consumar el sacramento que asistir a un matrimonio de<br />
la realeza, con toda su pompa y su protocolo.<br />
En el caso de que se trate de una ceremonia que pueda llevarse<br />
a cabo en un solo asalto, el sacerdote tendrá que gastar<br />
sus dos acciones de combate como mínimo para<br />
activar el ritual, por pequeña que sea la ceremonia<br />
que se necesite —incluso la más breve de las oraciones<br />
requiere una enorme concentración para que alcance<br />
su destino, así que no te suelte nadie la frase “yo rezo<br />
mientras ataco”—. En el caso de ceremonias que duren más<br />
de un asalto, una vez celebradas es necesario activarlo pasando<br />
un asalto completo musitando las últimas oraciones del<br />
ritual, lo que también requiere las dos acciones de combate.<br />
Naturalmente, tanto en un caso como en otro, el sacerdote tendrá<br />
que realizar su correspondiente tirada de Iniciativa para<br />
aquellos casos en que sea necesario saber si el ritual tiene<br />
efecto antes que el resto de acciones de los demás personajes<br />
implicados en la escena, tal y como se indica en el capítulo<br />
sobre combate (pág. 114).<br />
Exemplum: Ahora que ya sabemos que la monja cuenta con los Puntos<br />
de Fe suficientes para llevar a cabo el ritual de Revelación, sor Recareda<br />
se pone manos a la obra con la ceremonia del ritual: para ello,<br />
la monja se aísla en su celda del convento, indicando al resto de la<br />
congregación que no la molesten durante todo un día, tiempo que sor<br />
Recareda pasará ayunando y rezando. Pasado ese tiempo, la monja<br />
se dormirá.<br />
III. Calcular el Porcentaje<br />
Tras completar la ceremonia, llega el momento de calcular el<br />
porcentaje de que dispone el sacerdote para llevar a cabo el ritual<br />
de fe. Al tratarse de un ritual, que requiere dominar determinadas<br />
oraciones y ritos de la religión, el porcentaje base<br />
será igual a la competencia de Teología del sacerdote, que irá<br />
aumentando o disminuyendo basándonos en los siguientes<br />
modificadores:<br />
a Realización de la Ceremonia: Las ceremonias que aparecen<br />
descritas en los rituales de fe presuponen que el<br />
sacerdote la realizará sin ocultarse, utilizando los gestos<br />
que vea convenientes y el tono de voz más elevado que<br />
pueda —sobre todo si está en una catedral—. Pero eso<br />
no será siempre posible, ya sea porque el sacerdote esté<br />
atado, amordazado o esté siendo martirizado, Dios no<br />
lo quiera, arrancándole la lengua y cortándole las manos<br />
—paso previo, como todo el mundo sabe, a la ejecución<br />
por parrilla—. En estos casos, el sacerdote reducirá en -<br />
25% su porcentaje si lleva a cabo la ceremonia con gestos<br />
leves, o incluso -50% si no hace gesto alguno; igualmente,<br />
si usa un tono de voz baja o susurrante, también<br />
se verá reducido en -25% el porcentaje, y en -50% si no<br />
abre la boca en toda la ceremonia. Como comprenderás,<br />
estos penalizadores se suman si se reducen al mismo<br />
tiempo los gestos y la voz: por ejemplo, sería posible utilizar<br />
un ritual sin gestos y sin voz, pero se tendría un<br />
penalizador total de -100%.<br />
a Pérdida de Concentración: Durante todo el tiempo que<br />
dure la celebración de la ceremonia, el sacerdote debe estar<br />
concentrado en ella y sólo puede llevar a cabo acciones simples,<br />
como caminar pausadamente, hablar lo justo, beber<br />
—si la ceremonia se lo permite— y acudir de cuando en<br />
cuando a hacer sus necesidades. Por eso, si algún acontecimiento<br />
externo al sacerdote puede hacerle perder la concentración<br />
—que le griten al oído, una batalla cercana, un<br />
demonio enfurecido que se lanza a su garganta, etc.—, ten-