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Armas: Carece (no luchará bajo ningún concepto:<br />
prefiere huir o expulsar al agresor).<br />
Competencias: Escuchar 99%, Descubrir 99%, <strong>El</strong>ocuencia<br />
250%, Empatía 250%, Memoria 250% y todos los idiomas<br />
terrestres al 99%. Hodniel puede manifestar otras<br />
competencias que necesite para “curar” a sus víctimas.<br />
Rituales de Fe: Puede usar los rituales de fe de hasta quartus ordo.<br />
Poderes Especiales:<br />
a Teletransporte: Hodniel puede teletransportarse a donde<br />
desee. De igual forma puede usar este poder en otros, ya<br />
sea para llevárselo con él, o para expulsarlo y evitar un enfrentamiento.<br />
a Invisibilidad/Inmaterial: Hodniel puede hacerse invisible e<br />
inmaterial para todos, excepto para aquellos seres que desee.<br />
a Visiones/Ilusiones: Hodniel puede provocar visiones en<br />
un sujeto, que le serán totalmente vívidas e imposibles de<br />
distinguir de la realidad. También puede usar ese poder en<br />
varias personas, creando ilusiones tangibles para un colectivo.<br />
Estas ilusiones abarcan todos los sentidos.<br />
LAS AVES DEL PARAÍSO<br />
Son dos y sus nombres son Alkanost y Sirin. Tienen cabeza y brazos<br />
de doncella, mientras que el cuerpo, las alas y las garras son<br />
de águila gigante. Según una tradición de la Iglesia ortodoxa<br />
oriental estas dos entidades angélicas tienen roles muy diferenciados:<br />
Sirin es el símbolo de la belleza y la felicidad, y premia con<br />
esos dones a quienes llevan una vida pura, libre de pecado; por el<br />
contrario, Alkanost representa la muerte, la tentación y el dolor, y<br />
el premio que concede es el placer, pero cuyo precio siempre será<br />
la muerte, en pecado y sin confesión. Vagan sobre el mundo con<br />
sendas copas de oro llenas hasta rebosar de sus dones respectivos<br />
y a menudo se dejan ver por los hombres: cualquiera puede pedirles<br />
que derramen su copa sobre él, pero desgraciadamente se<br />
trata de seres idénticos, siendo imposible diferenciar a Alkanost<br />
de Sirin, por lo que pueden producirse graves confusiones: una<br />
gota o dos derramadas de sus cálices, esparciendo felicidad y<br />
dolor aleatoria y, demasiado a menudo, injustamente.<br />
FUE: 12 Altura: 1,50 varas<br />
AGI: 20 Peso: 100 libras<br />
HAB: 0 RR: 150%<br />
RES: - IRR: 0%<br />
PER: 15<br />
COM: 0<br />
CUL: 0<br />
Protección: Invulnerabilidad (es imposible dañar a un ave del<br />
Paraíso, ya sea con medios físicos o mágicos).<br />
Armas: Carecen.<br />
Competencias: Descubrir 35%, Volar 99%.<br />
Rituales de Fe: Carecen.<br />
Poderes Especiales:<br />
a Invulnerabilidad: Véase ‟Protección”.<br />
LAYLA<br />
<strong>El</strong> Ángel de la Noche<br />
Se trata de una criatura angélica protectora de los que andan<br />
solos en la oscuridad de la noche y su trabajo consiste en guiarlos<br />
Pars 1X: Angelicum Natura<br />
hasta donde puedan encontrar refugio, protegiéndolos<br />
al mismo tiempo de las criaturas nocturnas.<br />
Tiene el aspecto de una muchacha morena de piel<br />
muy pálida de una belleza sobrenatural, cubierta<br />
por una túnica blanca, casi resplandeciente. Nunca<br />
habla y su mera presencia reconforta los corazones<br />
más acongojados.<br />
FUE: 15 Altura: 1,55 varas<br />
AGI: 20 Peso: 80 libras<br />
HAB: 25 RR: 150%<br />
RES: 20 IRR: 0%<br />
PER: 20<br />
COM: 0<br />
CUL: 25<br />
Protección: Aura Divina (5 puntos de Protección) y, en ocasiones,<br />
una loriga de malla (5 puntos de Protección).<br />
Armas: Espada de Plata 65% (1D8+1+2D6).<br />
Competencias: Descubrir 75%, Rastrear 90%.<br />
Rituales de Fe: Puede utilizar los rituales de fe de hasta quartus<br />
ordo.<br />
Poderes Especiales:<br />
a Tranquilizar: Todos aquellos humanos que no estén al servicio<br />
del Diablo y que se encuentren cerca de Layla se sentirán<br />
al punto tranquilizados, por muy fuertes que fueran<br />
sus temores (en términos de juego, mientras estén cerca de<br />
Layla, obtendrán un bonificador de +25% en Templanza).<br />
a Daño a los siervos del Mal: La espada de plata de Layla<br />
hace el doble de daño a los humanos que hayan perdido su<br />
alma o a los seres del Infierno.<br />
LOS ÁNGELES EN EL INFIERNO<br />
Por extraño que parezca, en el Infierno, reino de Lucifer, también<br />
hay ángeles, concretamente tres, que realizan paralelamente las<br />
funciones de embajadores celestiales y las de supervisión de los<br />
castigos que se infligen a los condenados. Hay quien ve en esto una<br />
muestra del poder de Dios, que es el auténtico amo de toda su Creación,<br />
incluido el territorio de su enemigo, mientras que otros, sin<br />
embargo, se admiran de la astucia de Lucifer, que ha sabido pervertir<br />
a los que en teoría deberían ser espías y vigilantes de Dios.<br />
<strong>El</strong> principal entre ellos es Tartaruchus, que podría ser llamado el<br />
ángel de la fealdad, pues es tan horrible su aspecto que fácilmente<br />
se confunde con un demonio. Su poco grata labor es la de supervisar<br />
los tormentos que sufren los condenados en el Infierno, aunque<br />
Tartaruchus ha ido más allá y ha ideado otros nuevos, por lo<br />
que hay quien sospecha que disfruta demasiado con su trabajo.<br />
Sea como fuere, se ha ganado a pulso su sobrenombre, “guardián<br />
del Infierno”. Sus dos compañeros se llaman Ramiel (“el que se<br />
coloca por encima de los que se alzan”) y Duma (“silencio de la<br />
muerte”), y de éste último se dice que era antaño un principado,<br />
en concreto el protector de Egipto, y que Dios lo castigó quitándole<br />
la capacidad de hablar por “extralimitarse en sus funciones” a raíz<br />
del incidente con Moisés y el éxodo de los hebreos.<br />
Los tres ángeles argumentan que, gracias a ellos, el Infierno no es<br />
un lugar de tortura sin razón, de dolor sin propósito, ni de violencia<br />
gratuita y de sufrimiento infligido con frialdad sin explicación,<br />
o al menos eso es lo que al Diablo le gusta hacer<br />
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