Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
por en medio, por supuesto. Dinero que acaba, invariablemente,<br />
en manos del truhán, mucho más<br />
ducho en tal arte que el burguesillo.<br />
Es juego curioso, en el que tanto el rey como el alferza (en árabe<br />
llamado firzán, “visir”) están en el centro, rodeados de tropas, y<br />
mueven sólo una casilla: el rey, hacia cualquier lado, el alferza o<br />
alférez, sólo hacia los laterales. Ante ellos, una barrera de infantes<br />
que avanzan de uno en uno aunque matan al adversario de manera<br />
villana, es decir, lateralmente. A los costados del rey, su caballería<br />
ligera (caballos y alfiles, que pueden saltar por encima<br />
de fichas amigas, el caballo dando un ligero rodeo, moviendo<br />
una casilla adelante y otra en diagonal, el alfil moviendo sólo<br />
dos casillas en diagonal) y las fortalezas que se ocupan en territorio<br />
enemigo, los roques, que mueven en horizontal y vertical<br />
cargando contra todo lo que se les ponga por delante. <strong>El</strong> juego<br />
representa una batalla, y como tal termina cuando el rey muere<br />
o es capturado, imposibilitado de moverse en ninguna dirección,<br />
por estar rodeado de enemigos, o cuando se queda sin ejército,<br />
pues todos sus súbditos han caído ya.<br />
JUEGOS DE AZAR<br />
a Tabas: La taba es un huesecillo que tiene el cerdo en la rodilla,<br />
y que recibe entre los estudiosos el nombre de astrágalo.<br />
Tiene cuatro lados, que reciben comúnmente el<br />
nombre de hoyos, tripas, carneros y lisos (aunque reciben<br />
otros en otros lugares).<br />
Hay varias maneras de jugar a ese juego. La más simple es<br />
lanzar taba, apostando si cae en un lado determinado. Evidentemente,<br />
es juego para cuatro o más jugadores. No deja de ser<br />
un equivalente muy barato y pobre del juego de dados.<br />
Otra variante (que se usa también con huesos de oveja) es<br />
coger doce tabas y tirarlas al suelo. Luego el primer jugador<br />
lanza una bola al aire y toma una de las tabas, recogiendo<br />
la bola antes de que toque el suelo. Sigue así hasta que consigue<br />
las doce tabas o se le cae la bola. Es un juego, no hay<br />
que dudarlo, que requiere mucha habilidad…<br />
Pars X2: Mores<br />
a Dados: Los dados de toda la vida, ya usados<br />
en tiempos de los romanos, se juegan con dos<br />
variantes: a sumar o a restar. En el primero<br />
gana el que saca la tirada más alta. En el segundo,<br />
la más baja, aunque es variante mal<br />
vista, pues según dicen es la que usaron los legionarios<br />
romanos que se jugaron la túnica de Cristo al<br />
pie de la cruz.<br />
a Naipes: Son objeto de lujo, ya que están hechos de láminas<br />
de madera fina y pintados a mano (no existen esas cosas<br />
llamadas cartón ni imprenta, recordémoslo).<br />
JUGLARES<br />
Los nobles juegan a entonar canciones de amor para su<br />
amada, y se les llama trovadores. En sus cortes, si las tienen,<br />
gustan de mantener a graciosos, las más de las veces tullidos<br />
de nacimiento, que son objeto de burla y tratados apenas<br />
mejor que los perros, y que para ganarse el pan han de entretenerles<br />
con tonterías y locuras, recibiendo el nombre de<br />
bufones. Pero los maestros de la diversión son aquéllos que<br />
en latín eran llamados jocularis, en romance, juglares. Se trata<br />
de truhanes de honradez menos turbia, que hacen un poco<br />
de todo: desde recitar poemas épicos hasta cantar canciones,<br />
hacer algún que otro truco de manos que los necios toman<br />
por magia, o malabarismos con pelotas de madera u otros<br />
objetos. Y también, como no, son expertos en juegos de azar,<br />
tanto que a veces tienen suerte en demasía, y más de uno<br />
grita que han hecho trampas (cosa que las más de las veces<br />
resulta cierta) y han de huir para no acabar embreados y emplumados,<br />
que también eso es diversión.<br />
A veces viajan en cuadrilla, acompañados de bailarinas que<br />
ejecutan danzas provocativas, en las que muchas veces enseñan<br />
las piernas, cosa que no haría mujer honesta. Por ello, se<br />
las suele tomar como putas, y lo cierto es que casi todas lo son,<br />
que una vez perdida la vergüenza, el virgo y la honradez hace<br />
tiempo que lo precedieron.<br />
Cuando Estamos en Taberna...<br />
LA FUNCIÓN DE LA TABERNA<br />
EN LA EDAD MEDIA<br />
Necio es quien afirma que taberna es sólo un sitio donde ir a<br />
beber vino, pues es muchas cosas más. En ésta nuestra época<br />
en la que cada llovizna convierte calles y plazas en un barrizal,<br />
en la que los caballos de los poderosos y los mulos de los<br />
que no lo son tanto defecan mientras caminan, y donde las<br />
bacinillas se vacían lanzando su apestoso contenido por la<br />
ventana (a veces gritando el consabido ‟¡agua va!”, quizá demasiado<br />
tarde…), ¿es de extrañar que los ociosos o los mercaderes<br />
prefieran charlar o negociar bajo techado, a ser<br />
posible en lugar donde arda un buen fuego, o al menos al<br />
calor de un brasero? Es en la taberna donde van a descansar<br />
los rústicos y los villanos tras su dura jornada, donde el forastero<br />
deja de serlo, donde se intercambian noticias entre los<br />
que están de paso y los que llevan toda su vida en el lugar.<br />
Desde el mendigo que cambia por vino la limosna dada por<br />
caridad hasta el noble que hace uso de su privilegio de nacimiento<br />
para comer y beber sin pagar, todos van a la taberna,<br />
como cantan jocosamente los pícaros goliardos. La más infame<br />
aldeúcha tiene una, y en poblado más o menos grande<br />
lo normal es que haya varias, muchas veces contiguas unas a<br />
otras en la misma calle o en calles cercanas, para que los clientes<br />
puedan ir de una a otra si así lo desean, que beber, hablar<br />
y caminar, todo es empezar, y se coge fama de mal bebedor<br />
si se aposenta uno en una única taberna. Taberneros hay que<br />
son dueños de su propio negocio, y al igual que si de un oficio<br />
gremial se tratara, duermen en el piso de arriba, donde tienen<br />
su vivienda. Pero las más de las veces, son meros arrendatarios<br />
de los verdaderos amos, que no son otros que el Concejo<br />
de la población, algún burgués enriquecido o incluso la<br />
Iglesia, que sin pudor predica luego en sus púlpitos en<br />
435