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El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

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LOS ESPACIOS PRIVADOS: LAS PARTES DE LA CASA<br />

cuarto a su medida, tenuemente iluminado, impregnado <strong>de</strong> su perfume y con la cabeza <strong>de</strong><br />

la joven aureolada <strong>de</strong> una almohada blanca 556 . I<strong>de</strong>alizando a su amada igualmente, Bruno<br />

observa fascinado el tono nacarado <strong>de</strong> las «fenêtres à petits carreaux» <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong><br />

Jacqueline; el <strong>de</strong>corado concuerda con la imagen que tiene <strong>de</strong> ella y sitúa su dormitorio<br />

aproximadamente encima <strong>de</strong>l salón. Cuando madame Beaufort todavía prefiere ignorar<br />

sus sentimientos, los postigos cerrados preservan su gracia y su <strong>de</strong>cencia. <strong>El</strong> narrador<br />

reconoce que, en este estadio, su sensualidad aún está adormecida; pero, a partir <strong>de</strong><br />

entonces, el adolescente sueña con una noche ardiente. Más a<strong>de</strong>lante, las cortinas se<br />

abren y ella se atreve a mostrarle sus sentimientos: «En me voyant en bas, elle toucha sa<br />

bouche et m’envoya furtivement l’esquisse d’un baiser» 557 . <strong>Margerit</strong> tiene muy presente<br />

el episodio <strong>de</strong> La Recherche en el que el protagonista espía las ventanas <strong>de</strong> O<strong>de</strong>tte pero,<br />

entre sus personajes, no encontramos ninguno que vigile los movimientos <strong>de</strong> su amante<br />

movido por los celos.<br />

Y, por último, dos ventanas contempladas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera con profunda tristeza: la<br />

que atisba Luis XVI por última vez y le impi<strong>de</strong> ver a su familia llorando por su marcha y<br />

la <strong>de</strong>l piso en el que vivían Camille y Lucile antes <strong>de</strong> morir. La primera está cegada y, la<br />

segunda, con las cortinas echadas, pero ambas están asociadas a un episodio trágico <strong>de</strong> la<br />

historia. No obstante, la que llama la atención <strong>de</strong> Clau<strong>de</strong> <strong>de</strong>ja entrever un halo <strong>de</strong><br />

esperanza a través <strong>de</strong> los encajes: «Peut-être ce nid abritait-il un autre ménage<br />

amoureux» 558 .<br />

La mayor parte <strong>de</strong> las veces, el personaje se encuentra <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la casa y no se<br />

fija <strong>de</strong>masiado en la ventana como tal salvo cuando es necesario insistir en el significado<br />

<strong>de</strong> ésta para po<strong>de</strong>r interpretar mejor una escena. Mientras Germaine espera a que su<br />

amante vuelva, las cruces proyectadas en las baldosas <strong>de</strong>l pasillo giran poco a poco hasta<br />

que un rayo alcanza su rostro y se da cuenta <strong>de</strong> que Dormond no va a volver; gracias a<br />

556<br />

Le vin <strong>de</strong>s vendangeurs, p. 503.<br />

557<br />

Le Dieu nu, pp. 64 y 218.<br />

558<br />

La Révolution II, p. 543 y La Révolution IV, p. 237.<br />

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